Aitor López renace en Portuguesa: Estoy disfrutando del fútbol otra vez
Hay una reflexión del cantante argentino Charly García donde culmina diciendo: “El éxito es lo que está después de las trompadas”. La vida y el fútbol no son lineales. Lo fundamental es reponerse de las adversidades y vicisitudes que se cruzan en el camino. Esta historia la sabe Aitor López, un talento natural que ha lidiado con una colección de lesiones. Tatuada en su alma tiene cada proceso de recuperación. Con 25 años y un sinfín de experiencias, hoy en día disfruta de su pasión: jugar al fútbol. Sus capacidades y hambre de mostrarse son parte de los argumentos del Portuguesa de la reivindicación, que a pesar de no hacer pretemporada, lucha por ingresar a los cuadrangulares del Torneo Apertura 2025 de la Liga FUTVE Banco de Venezuela.
“Este es un semestre muy positivo. Me he sentido con confianza, con un rol importante dentro del equipo y con muchas ganas de aportar. Después de todo lo que he pasado con las lesiones puedo decir que estoy disfrutando mucho del fútbol, otra vez. Para mí, en verdad, es un logro enorme”, comentó el atacante. López agregó: “Estoy en un momento muy especial. Crezco y aporto, pero sé que aún tengo mucho más para dar”. En la vigente campaña de la Liga FUTVE Banco de Venezuela acumula 10 partidos (650 minutos), tres goles y una asistencia.
Dentro del campo tiene varias funciones, su dorsal “10” no es de gratis. “El profesor Giancarlo Maldonado me da mucha confianza. No solamente me pide que marque, sino que genere espacios, que me asocie, arrastre marca y me da la libertad para moverme. Caigo a los costados y retrocedo, cuando lo veo necesario. Esa movilidad es parte de juego y él la entiende, aparte lo potencia al máximo”, analizó. Para apreciar el juego del atacante hay que valorar todo lo que hace con el balón, pero también cuando no tiene la posesión. Un artillero moderno.
Aparte de las enseñanzas de su DT, Giancarlo Maldonado, tiene una serie de mentores de alta alcurnia de cara al arte de inflar las redes: Carlos Maldonado y José “Buda” Torrealba, en su día a día. Pero muy cerca de la institución siempre está Pedro Pascual Peralta, máximo anotador del equipo. “Estar rodeadO de personas que fueron grandes goleadores y profesionales es un aprendizaje constante. Todos tienen experiencias distintas, vivencias que suman y consejos que llegan en el momento justo. A veces una palabra, una corrección o hasta una anécdota te deja pensando y te ayuda a mejorar”, reveló.
López, que fue Vinotinto en el Preolímpico de 2020, agregó: “Uno trata siempre de escuchar y observar. Aprovechar al máximo esa sabiduría. De verdad que es un lujo tenerlos tan cerca, porque te enseñan desde lo vivido, no solamente desde la teoría”. El récord de dianas en una campaña de la Liga FUTVE Banco de Venezuela para el delantero es de seis con Estudiantes de Caracas, en la temporada 2019. “Uno siempre quiere superarse y mejorar sus registros. Me ilusiona pasar esa marca y trabajo día a día para eso. La clave también ha sido la regularidad y sentirme bien físicamente. También el colectivo, porque mis compañeros me ayudan bastante y eso hace que el camino para llegar al gol sea más fácil”, puntualizó.
El verano ahora dura más que los inviernos
Foto: Prensa Portuguesa FC
La carrera de Aitor López ha estado signada por las lesiones. Desde sus inicios en la Hermandad Gallega, antes de dar el salto al Real Esppor se detectaba que era un talento diferente. Sin embargo, le hacía falta continuidad. En esos periodos de peregrinar por el desierto y de largos inviernos por problemas físicos, más que reproches, quedaron lecciones. “Sinceramente, las lesiones me han enseñado más que cualquier cosa. Cada vez que me tocó una, aprendí a ser paciente y a valorar cada momento en la cancha. De verdad que trabajé mucho físicamente y mentalmente para mantenerme fuerte”, confesó.
El atacante anexó: “Ahora conozco mucho mejor mi cuerpo. Sé cuándo exigir y cuándo darle descanso. Trabajo mucho en la prevención, la alimentación y el cuidado diario. Son mis pilares para evitar lesiones y para mantenerme sano”. Ahora que sale el sol en su carrera, también aprovecha todo el bagaje de sus experiencias por España, Francia y Estados Unidos.
Estuvo en el Barcelona “B”, el Metz y RGV Toros (una suerte de filial del Houston Dynamo). “En España y en Francia descubrí el nivel de exigencia y la intensidad con la que se vive el fútbol europeo. Y luego, en Estados Unidos, que lo físico es lo principal. Para mí es un fútbol que está creciendo muy rápido y se convertirá en poco tiempo en una de las mejores ligas, por no decir que ya está en ese escalafón”, declaró. El ariete repasó: “Esas vivencias me hicieron más completo como jugador y como persona. Con una mentalidad más amplia y un crecimiento en todos los aspectos fuera de la cancha”.
La senda que tuvo que recorrer no fue sencilla, pero toda su vida ha contado con un aliado de lujo: José Ramón “Mon” López, su progenitor. Como jugador fue multicampeón en el plano local y defendió la casaca nacional. “Mi papá lo es todo para mí como futbolista, como mentor y como ejemplo. Es mi ídolo. Desde niño he querido seguir sus pasos. No solamente por lo que logró dentro de la cancha, sino por cómo llevó su vida y su carrera; con carácter, con humildad y con respeto”, reveló.
El que fuera ídolo del Marítimo señaló el camino al éxito con el ejemplo. “Siempre ha estado a mi lado en cada caída y cada logro. Me da los mejores consejos y me apoya de forma incondicional. Es bastante exigente, pero porque ve mi potencial. Sus palabras me marcan, porque sé que vienen desde el amor y la experiencia de alguien que vivió esta carrera en carne propia. Tenerlo cerca es una bendición y una motivación diaria”, afirmó.
López sincronizado con el Penta
Foto: Prensa Portuguesa FC
“En lo personal jugar en el ‘Mítico’ (José Antonio Páez) es una experiencia única. Es sorprendente. El estadio vibra de principio a fin. Lo comente luego del clásico ante Estudiantes de Mérida, desde el primer día me acogieron y me hicieron sentir en casa. Me trataron como uno más. Estoy agradecido a la afición por lo que he vivido en Acarigua. Espero que nos acompañen hasta el último momento”, soltó. La afición rojinegra se hizo sentir ante los académicos, a pesar de la mala racha en casa.
Este encuentro lo abrió López con un buen zapatazo desde fuera del área. “La pegada es algo innato. Siempre ha sido uno de mis fuertes, pero es una característica que también trabajo mucho. Luego todo parte de que no me considero un delantero tradicional. Casi siempre he jugado de volante ‘10’ o falso ‘9’, soy una mezcla entre esas dos demarcaciones”, aclaró. El caraqueño acotó: “Me gusta moverme en el campo con libertad, asociarse y crear juego, no solo finalizar acciones”.
El tema de Aitor López no es solo la aceptación de la hinchada o su buena actualidad futbolística. Sino que está sincronizado con el momento del “Penta”, un equipo repleto de jugadores que buscan una segunda oportunidad y la aprovechan al máximo. “Veo esta temporada como una reivindicación. Estoy en un grupo con hambre de mostrar, con ganas de resarcirse y hacer todo lo que no pudimos hacer antes. Para mí es una oportunidad de volver a disfrutar y demostrar que a pesar de las adversidades puedo rendir al máximo. Esa energía colectiva nos impulsa a darlo todo en cada partido”, declaró.
Esa sinergia le permitió destapar el tarro de las esencias. “Puedo jugar como extremo, que cae a una banda. Genero desequilibrio, rompo líneas y participó en la construcción ofensiva en distintas zonas del campo. Tengo visión, lectura de juego, movilidad y me esfuerzo por aportar también sin balón, presiono y trabajo para el equipo. Me gusta ser un jugador completo, que no se encasille en una sola función”, resumió. Cada intervención del atacante es una exhibición de confianza, reflejo de su presente.
La situación de Portuguesa no era halagüeña, pero los futbolistas y el cuerpo técnico le han dado la vuelta. Con el optimismo en cielo de Acarigua, ¿Qué se trazan en el horizonte? “Mi objetivo principal es mantenerme sano y aportar al equipo en cada partido. Quiero superar mi marca goleadora, pero, sobre todo, sentir que fui una pieza importante en un elenco que compite y pelea. Cuando llegue diciembre y mire atrás, me gustaría decir que crecí y fue constante. Con eso me sentiría satisfecho”, señaló. López concluyó: “También deseo volver a la selección nacional, representar a mi país, aparte de tener otra oportunidad de jugar en el extranjero”.
Cada partido de Portuguesa es una oportunidad de sus jugadores para decir con fuerza “sí”, a los tantos “no” que escucharon en el pasado. Lo que parecía destinado para otros, ellos lo han tomado con sus manos. En el césped y fuera de las camillas de fisioterapia, hoy Aitor López disfruta de su talento. En consecuencia, la fanaticada rojinegra es feliz y celebra tener un delantero muy completo en sus filas. Detrás de cada grito de gol, hay una cicatriz que recuerda que el camino a las redes no fue sencillo. / Luis Vilchez
