Víctor Filomeno se hizo eterno en el fútbol venezolano
La luz que desplegó el talento de Víctor Filomeno se apagó este viernes 18 de abril, cuando nos dejó a los 76 años de edad. Nacido en Uruguay el 2 de octubre de 1948, formado en Club Deportivo Oriental y con debut profesional en el histórico Club Nacional, llegó a Venezuela en 1969 de la mano de Deportivo Galicia, y desde entonces, no se desligó más del fútbol venezolano, e incluso, fue uno de los más de 400 futbolistas que han usado la camiseta vinotinto a lo largo de la historia.
Jugador de corte ofensivo, desarrolló una extensa carrera en lo que actualmente es la Liga FUTVE, con cuatro primeros años en el conjunto capitalino, en el que alzó par de campeonatos de la Primera División, hasta que llegó a Valencia en 1973, para enfundarse la camiseta del club “Perico”, cuadro y ciudad que le hicieron conseguir su espacio en el mundo. Allí brilló, captó la atención de otros clubes del continente, pero se quedó para hacer su propia historia en distintos ciclos.
Aunque, la década de los 70’s del fútbol venezolano tiene un claro dominador y potente conjunto, Portuguesa. El “Rojinegro” buscaba a diestra y siniestra los mejores jugadores del campeonato, y encontró en el habilidoso Filomeno, que jugaba como volante mixto o enganche (“8” o “10”), una ficha para reforzar su zona medular, llegando a las ciudades gemelas Acarigua-Araure en 1975, luego de un importante importe económico para sumarlo a sus filas.
Foto: Archivo Club Nacional de Uruguay
Allí Filomeno fue campeón de Venezuela, jugó la Copa CONMEBOL Libertadores, pero a su vez, tuvo que afrontar un breve período fuera de las canchas, debido a que su deseo tras dicha etapa era volver a Valencia, pero dicha institución no podía negociar su retorno, así que decidió “retirarse”, para concluir su ciclo en Portuguesa.
Filomeno en la primera estrella de Táchira
Luego de estar fuera por tres años de la actividad en el terreno por menos de un lustro -en el que, aceleró su formación como entrenador-, un viejo amigo le reclutó, el también uruguayo Esteban Beracochea, quien tenía la tarea de dirigir a Táchira en 1979. Filomeno aceptó salir del retiro y jugar en el cuadro andino y formó parte de una nómina histórica, la que le dio la primera estrella al actualmente, bicampeón de la Liga FUTVE y que ya tiene 11 en su haber. Estuvo ya en el rol de volante de contención o «5», en el que buscaban con su forma de jugar una salida más limpia en zona defensiva.
Allí estuvo Filomeno, para escribir con letras doradas la página de un importante conjunto del país, mientras ya era, prácticamente, un venezolano más. Casado con una venezolana, decidió volver a donde ya había echado raíces, Valencia, para tener una nueva etapa con el club de la capital del estado Carabobo en el inicio de la década de los 80’s.
Foto: César Dennis
Estuvo junto a otro uruguayo, Walter “Cata” Roque, quien dirigía al conjunto “Perico”, pero, mientras esto ocurría, el estratega fue reclutado en 1981 para asumir el mando de la selección nacional, de cara al camino hacia el Mundial de España 1982. Allí, en medio del proceso, logró llamar a un Filomeno que ya era ciudadano venezolano, para ser un Vinotinto más y, nuevamente, estar en medio de un elenco que hizo historia, al decir presente en la primera victoria del combinado patrio en una clasificación a la magna cita del balompié, el recordado lauro 1-0 sobre Bolivia en el estadio Olímpico de la UCV, en Caracas. Quería jugar más, como reconoció en una entrevista al portal Venezuela Fútbol, pero en la época la actividad a nivel de selecciones era más limitada.
Pero, tras eso, Filomeno decidió retirarse definitivamente del fútbol, a los 34 años.
Carrera como entrenador
Foto: Archivo Gran Valencia
Ya siendo futbolista, Filomeno estuvo trabajando para ser entrenador, colaborando con conjuntos de categorías inferiores tanto en Galicia como en Valencia, además del período que estuvo fuera del terreno de juego. En los banquillos, comandó los equipos de la entidad carabobeña, el propio club de su capital a finales de los 80’s, al recién establecido Carabobo en los últimos años de los 90’s, y ya más reciente, Gran Valencia, en las categorías de ascenso a la Liga FUTVE a mediados de la década anterior. También estableció una academia para el desarrollo de jugadores.
Sin embargo y luego de unos años alejado de los banquillos a nivel profesional, falleció en Valencia, lugar donde llegó y no volvió a irse más, dejando una huella imborrable en históricos conjuntos del balompié criollo y formando parte de La Vinotinto. En conmemoración por ello, en cada estadio de la Liga FUTVE se rinde homenaje a su figura, con un minuto de silencio. Paz a su alma. / Fotografía Principal: Archivo César Dennis / Comunicaciones Liga FUTVE
