Francisco La Mantía, el equilibro de la calma sin balón y la agresividad en la presión
Caracas inició con fuerza la Fase Final “B” del Torneo Clausura con siete de nueve puntos cosechados, entre ellos un triunfo categórico en el Clásico, en San Cristóbal. Luego de un Torneo Apertura donde no clasificaron a los cuadrangulares, la idea de Fernando Aristeguieta se ha logrado asentar. Hubo brotes verdes en la CONMEBOL Sudamericana y se ratifican en este segundo semestre. Uno de los grandes exponentes de esta metamorfosis en su estilo de juego se refleja en su capitán, Francisco La Mantía. Un central que da seguridad con el balón e intensidad a la hora de presionar.
“Hacer un balance de la campaña sin haber finalizado es difícil. El objetivo de nosotros es salir campeones. Empezamos muy bien la Fase Final, pero aún quedan tres partidos y esperamos finalizar con el objetivo cumplido. Por los momentos puedo hablar de un Apertura que fue muy difícil, porque tuvimos que afrontar dos competencias, con la Sudamericana y la liga. No nos dio el físico y no pudimos entrar en fases finales. Es una espinita que tenemos ahí clavada, que esperamos sacarla en este Clausura”, comentó el merideño.
Junto a Luis Mago ha armado una de las duplas de centrales más sólida del torneo local. “Con Luis (Mago) el entendimiento ha sido muy bueno desde el día uno. Sobre todo, porque es un jugador con mucha experiencia y tiene muchísimo manejo de la posición. Él sabe siempre lo que pide el partido. Jugar con un futbolista así te hace todo mucho más sencillo. Estoy muy contento de poder compartir con él y aprovechar toda la experiencia que transmite al equipo. Esperamos seguir sumando de esta forma”, indicó el zaguero.
Un exponente de la idea del “Colorado»
Caracas consiguió la mayoría de sus estrellas en este siglo XXI con un estilo muy marcado, en un juego más directo y vertical. Aristeguieta bebió de esas fuentes como jugador, pero en su etapa como estratega ha traído una nueva partitura, con un juego más de construcción y de mezclar más pases. “Fernando me pide que sin balón sea muy agresivo, que intente ir siempre hacia adelante para anticipar y que gane bastantes duelos. Mientras que con balón sea lo que siempre he sido. Que intente sacar la pelota jugada, dar salida al equipo y dar buenos pases, para que el equipo tenga claridad a la hora de salir”, expresó el central.
La Mantía profundizó sobre su rol en la pizarra del “Colorado” y dijo: “Me da mucha libertad en ese sentido. Me siento muy cómodo dentro de su esquema de juego. También nos pide mucha agresividad a la hora de presionar alto y tener la línea prácticamente en la mitad de la cancha”. En el caso del andino tiene una ventaja, porque en su camino transitó muchas veces por las labores de volante de primera línea, que le da un bagaje importante para su función como central.
“El haber jugado como volante me ha ayudado bastante a entender muchas situaciones en el juego, que las puedo resolver con mucha más claridad, porque en el mediocampo juegas con más presión por parte del equipo contrario. Tienes mucho menos tiempo. Al retroceder a la línea de centrales, uno tiene la misma visión, pero con más tiempo. Entonces la toma de decisiones se hace mucho más fácil al tener más tiempo. Como central tengo esa tranquilidad de saber que tengo chance de elegir la mejor opción”, repasó el defensor.
Por la propuesta de juego es mejor tomar riesgos hacia al frente, que correr hacia atrás para corregir. “Sé que la rapidez no es uno de mis fuertes, por eso intento, casi siempre, defender hacia adelante y no dejar girar a los delanteros, porque estaré en desventaja si el duelo es en velocidad. Así que tuve que desarrollar otras facetas del juego como es la anticipación, para no sufrir a mis espaldas. Debo atreverme a ir hacia adelante y no dejar correr al atacante”, analizó.
De las piscinas al área

Foto: Prensa Caracas FC
“Mis inicios fueron en la Academia Emeritense de Mérida, empecé a los cinco años. Se va mi entrenador de ese momento, Richard Rondón, y a raíz de ese momento me voy con él al Mérida Country Club. Luego doy el salto a Estudiantes de Mérida, para hacer mis categorías formativas. Siempre realicé natación y unos pocos meses béisbol, pero lo que siempre me gustó fue el fútbol que ha sido la pasión de toda mi vida”, rememoró. En esos primeros pasos hizo historia y fue parte de la Copa del Mundo sub-17 de los Emiratos Árabes Unidos, la primera de esa categoría para el país.
“Ir al Mundial sub-17 te ayuda mucho, porque te das cuenta que puedes vivir del fútbol y que las oportunidades empiezan a llegar desde muy temprano, ya que a raíz de eso te dan más chance en tu club. Te da pergaminos para jugar en la primera división y tener un rodaje en el profesional siendo muy joven”, reflexionó. En su carrera ha tenido la oportunidad de estar en el Viejo Continente en un par de países: España (La Palmas) y Lituania (FK Riteriai).
“En esas etapas en el extranjero le agregué a mi juego, más que todo, el tema físico. Allá el fútbol es mucho más atlético, te obliga a correr más y estar físicamente muy bien. En el tema de hábitos siempre lo he llevado muy bien, porque es muy importante para un deportista y en Europa se hace mucho énfasis en esas conductas. Nunca se debe dejar de lado el descanso, la alimentación y la recuperación. Sobre todo, el tema nutricional. En mi caso llevo una dieta muy balanceada”, remató.
Mantener el foco
Luego de una semana larga y de buen inicio en los cuadrangulares, viene la misión de concretar el pase a la final del Torneo Clausura. Para eso deben mantener los niveles de atención altos en un campeonato de muchas transiciones. “Este estilo de juego te exige mucha concentración, porque siempre tenemos la línea muy alta. Si no tienes bien referenciadas las marcas, cada pérdida se traduce en una ocasión de contragolpe para el rival. Tenemos que estar muy concentrados, referenciando a la marca adversaria y tener mucha lectura de juego para saber cuando anticipar o cuando arrancar antes a correr, para no perder en velocidad”, desmenuzó.
Para este cierre de tres partidos en siete días, afirmó: “La clave va a ser mantenernos enfocados y que los buenos resultados no nos desvíen del objetivo, porque aún no hemos logrado nada. Seguir concentrados y no bajar el pie del acelerador. La competencia más dura será contra nosotros mismos en la parte mental, para que nadie se relaje. El grupo está muy fuerte y convencido de que lo vamos a lograr. Todos estamos muy metidos”.
La transformación que ha llevado Aristeguieta en Caracas necesitaba tiempo y la directiva se lo ha otorgado. La gasolina que le da energía a estos procesos son los resultados y lo ha conseguido en esta Fase Final. Pero el fútbol es de los futbolistas. Si esta filosofía de juego ha ido hacia adelante es gracias a piezas como La Mantía, que tiene la calidad y las características para plasmarlo en el campo. / Luis Vilchez-Comunicaciones Liga FUTVE