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Miguel Pernía, testigo y protagonista en el crecimiento de Carabobo

Cuando Miguel Pernía llegó al Carabobo Fútbol Club, en 2022, el cuadro de Valencia nunca había podido disputar una final en la primera división. La historia ha cambiado y el próximo sábado pueden bordar una estrella. “Pepe” ha sido testigo y protagonista de la metamorfosis del granate, bajo de la directiva de Giuseppe Palmisano, de un elenco que tenía su techo de cristal en semifinales, a uno que ha estrenado sus vitrinas. Este sábado 6 de diciembre, ante UCV, en el Misael Delgado, pueden firmar el mejor año de la institución industrial.

“Es bastante hermoso y emocionante estar en equipos que compiten. Esta es la sexta final que vamos a disputar. Llegué en 2022, cuando inició el proyecto de la nueva junta directiva y soy el último jugador que queda de esa camada que arribaron esa temporada. Para mí es especial y habla del trabajo que he venido realizando y cómo me he desarrollado en la cancha”, declaró. El zaguero agregó: “El año no lo empecé bien, si hablamos de estadísticas, pero debo haber disputado el 90 por ciento de los más de 50 partidos que se han jugado, entre todas las competencias. Mi meta es terminar de la mejor manera y seguir preparándome, para ser el mejor lateral izquierdo de la liga. Ir a la selección y dar el salto al extranjero”.

Tras dos temporadas exigentes para Carabobo, donde roza los 100 partidos, el oriundo de Turén siempre ha estado presto para colaborar en el campo. “Gracias a Dios he sido un privilegiado con mi salud, para evitar problemas físicos. Siempre trato de cuidarme lo más que puedo con la comida y el sueño. De forma constante me entreno muy bien y hago horas extras, porque eso es muy importante para el futbolista. Esa ha sido la clave para tener más de 100 encuentros con el equipo y nunca haber sufrido una lesión grave”, reveló.

Aunque en el partido de ida no tuvo acción, puede ser una pieza clave en la vuelta. Uno de los secretos de Carabobo en este segundo semestre es la profundidad de su plantilla. “Eso se vio más que todo en la Fase Final, donde el profesor (Daniel Farías) rotó bastante. Hay una competitividad muy buena y es la razón por la que llegamos a las tres finales: Copa Venezuela, Clausura y Absoluta. En todas ellas, el entrenador siempre hizo variantes. Eso habla bien del grupo y de las ganas que tenemos de salir adelante. Se busca figurar en lo individual, pero principalmente ayudar al colectivo”, analizó el portugueseño.

Distintos roles, una misma posición

Una de las demarcaciones que más ha evolucionado en el balompié moderno es la del marcador de punta. Un puesto que es siempre escaso, en especial, en el perfil zurdo. Consolidar un futbolista en esa posición es muy valioso para cualquier estratega. “El lateral siempre va por banda, pero el año pasado jugué un poco más posicional y en otros lugares del campo, sobre todo en el medio. Eso me quedó en mi fútbol, pero ahora que usamos una línea de tres, siempre tengo que ir por la banda. De vez en cuando, cuando el extremo se va por la línea, rompo por carriles interiores. De igual forma mi primera función siempre es defender y cuando te queden chances de ir a atacar, voy a aportar”, explicó.

Los matices entre Diego Merino y Daniel Farías han convertido a Pernía en un futbolista más completo. “Eso te ayuda, porque al final te desenvuelves bien en varias posiciones del campo. Si te toca ir a otra liga y los técnicos te piden otros conceptos y movimientos diferentes, tienes una mejor idea de las tareas que debes hacer. Es un crecimiento personal importante”, aseveró el llanero, que inició como central. Aparte de la parte táctica, también ha fortalecido el aspecto mental, con la constante competencia en instancias definitivas.

“Es bastante emocionante vivir esta semana previa a una final. Es un ambiente muy sano, pero con responsabilidad. La intensidad es alta en los entrenamientos, porque, obviamente, todos quieren jugar y estar al 100 por ciento, para que el profesor (Farías) los tome en cuenta. Hay mucho compromiso en el grupo”, reseñó. La ida ante el tricolor quedó 1-1 en la capital. “Fue un partido bastante cerrado, ellos se quedaron con diez muy temprano y nosotros aprovechamos para empatar. Tuvimos ocasiones claras al terminar el compromiso, pero rescato la entrega que tuvo el equipo y la forma cómo nos defendimos. Este sábado todo va a pasar por estar sólidos atrás e imponer nuestro juego en casa”, resaltó.

Todo va de la mano de una institución donde se siente identificado. “Mis inicios fueron bastante duros. Siempre lo he dicho, en Portuguesa me dieron la oportunidad de debutar en primera, pero nunca me sentí un futbolista profesional. Solamente quise jugar ahí para obtener minutos e irme a otro equipo. Desde que llegué a Carabobo mi vida ha cambiado, son más de 130 partidos aquí. Eso habla de lo bonito que la he pasado en Valencia y cómo me ha tratado el club”, confesó.

Una pausa para luego arrancar con todo

Foto: Prensa Carabobo FC

“Cuando era muy chamo no me gustaba el fútbol. A medida que fui creciendo y me junté con los amigos del barrio, le agarré cariño y lo empecé a jugar todo el tiempo. Tenía una figura en el profesional en Henry (Pernía), que me motivaba. En todo momento tomé esta disciplina como un trabajo, porque vi como mi hermano cambió su vida y la de la familia. Nos ayudó a todos. Le regaló una casa a mi mamá y a mi hermana. A mí me dio todo siempre hasta los 20 años, como si fuera mi padre”, rememoró. Ese camino en el balompié lo llevó a vivir una primera etapa de granate.

“En 2014 viene a probar en Carabobo, cuando estaba Jhonny Ferreira, para la tercera división. Estuve aquí con Christopher Montaña. Me quedé una semana en la Villa Olímpica y entrenamos con el filial. Luego mi hermano me dijo para ir al Deportivo Lara, donde obtuve mi primer contrato a los 16 años, pero con el tiempo vi que no se me daba lo del fútbol profesional. Ahí emigré”, reveló. Tanto en Perú como en Chile le puso pausa a su etapa como futbolista y vivió realidades complejas. “Aprendí mucho, porque nunca había pasado trabajo. Pero allá tuve muchas situaciones feas, como hambre y no tener dónde dormir. Eso me hizo crecer y volver con las ganas de jugar”, puntualizó.

El lateral profundizó: “Nunca supe que Dios tenía ese plan preparado para mí, de ser futbolista profesional. Seis años después de todo eso estoy logrando el sueño que siempre quise. Los días que me quejo un poco del trabajo, que te levantas sin ganas, siempre recuerdo de donde uno vino y por lo que uno ha pasado”. Su reinicio en el balompié fue con todo y ha entrado en la órbita de la selección nacional, aparte de consolidarse como el mejor lateral izquierdo del certamen.

La familia como pilar

“A mis 20 años no tenía dinero ni para sacar a comer a una novia. En esos momentos conozco a mi señora, que es la que ha estado a mi lado y siempre ha sido ‘A1’ conmigo. Lo poco que tengo hoy es gracias a ella. Valoro lo que me ha regalado el fútbol y la vida”, comentó el defensor. El 2024 no solo significó su primer título, sino también su estreno en la paternidad, con el nacimiento de su hija.

“Me habían dicho que cuando tienes un hijo, siempre llegan las bendiciones. Cuando supe que mi señora estaba embarazada quedamos campeones del Apertura. Fuimos subcampeones absolutos y ahora ganamos el Clausura. Estuve a nada de ir con la selección y recibí ofertas en el extranjero. He jugado muchos partidos, me ha ido bien y en todo momento con nivel para jugar titular. Considero que ha sido una bendición muy bonita. Ser papá te cambia para bien”, aseveró.

La siguiente alegría puede ser un título absoluto. “Siempre lo comentamos en el grupo. Hay jugadores que pasan toda su carrera, 15 o 20 años, y nunca pueden jugar una final. Tengo cinco años en el fútbol y esta es mi sexta final. Para mí sería muy importante, porque sería la primera estrella para el equipo. Estamos a nada de lograrlo. La gente está muy motivada desde hace dos años y llenan el estadio. Las personas tienen más arraigo con el club”, dijo el lateral.

El defensor redondeó: “Me siento identificado con la institución. Mis compañeros también, hay muchos que ven este club como su casa. Puede ser un momento bastante emocionante para todos, para disfrutar con nuestra familia y que nuestro nombre quede para siempre en la historia de Carabobo”. El lateral izquierdo creció con un mundialista sub-20 en su casa. Siguió su ejemplo, con diferentes escalas y pausas, pero ahora está a 90 minutos de bordar la primera estrella para el apellido Pernía. / Luis Vilchez-Comunicaciones Liga FUTVE

 

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