
Bryan Castillo, el delantero de los goles importantes en Deportivo Táchira
“Cada gol es una invención, es siempre una subversión del código, cada gol tiene un carácter ineluctable, es fulguración, estupor, irreversibilidad. Como la misma palabra poética. El pichichi de la liga es siempre el mejor poeta del año”, expresó en su momento el cineasta y escritor italiano Pier Paolo Pasolini. En el caso de Bryan Castillo, sus anotaciones son versos que entran por los ojos de la fanaticada aurinegra y luego hace vida en sus corazones por las instancias donde los hace. A lo emocional hay que sumarle lo cuantitativo: En Liga FUTVE Banco de Venezuela acumula ocho dianas, cinco de ellos en cuadrangulares y otro en la final del Torneo Apertura. Es decir, el 75 por ciento en días importantes
El más reciente en el plano doméstico fue contra Academia Puerto Cabello, en el inicio de la fase final del Torneo Apertura de la Liga FUTVE Banco de Venezuela. Su testarazo valió tres puntos, firmó una remontada y significó un retorno feliz, tras recuperarse de una rotura miofibrilar del muslo izquierdo, del tercio medio del bíceps femoral. “Muy contento de regresar a las canchas luego de casi un mes y poder aportar mi granito de arena al equipo. Alegre de arrancar los cuadrangulares con buen pie”, dijo vía audios de WhatsApp.
Castillo cuenta con aliando en el banquillo, que en su etapa de jugador manejo de buena forma el oficio de inflar las redes. “El profesor (Edgar Pérez Greco) siempre me ha tenido confianza desde que llegué al equipo. Siempre me dice que los delanteros no tenemos muchas oportunidades, por eso hay que aprovecharlas, marcar y ser contundentes. Nos recalca que la ocasión que tengamos debemos meterla para dar ese aporte al colectivo”, comentó.
La experiencia aurinegra

Foto: Prensa Deportivo Táchira
Un comentario muy frecuente en el ámbito del balompié criollo es que en San Cristóbal la pasión por este deporte se percibe de manera diferente. “El que viene a jugar para acá (Táchira), si no se le pone la piel de gallina no tiene sentimientos o no le gusta el fútbol. Soy de Lara y es increíble el cariño de la gente, hacen que se viva de otra manera. Se refleja partido a partido de local (…) Es una locura vivir estos momentos con la afición. Soy un privilegiado de estar en este club”, confesó.
El ariete es oriundo de Barquisimeto. Sus primeras patadas a un balón fueron en el barrio El Cercado, con siete años en un campo de tierra. Entre nubarrones de polvo gritó sus primeros goles. Su mentor fue Alexander “El Pájaro”, un entrenador de su barriada. Su talento lo llevó al Deportivo Lara en la categoría sub-12. También contó con los consejos del estratega Darío Escobar, pero su apoyo fundamental fue su familia. “En los inicios uno tiene que hacer sacrificios y luchar por mejorar. El camino me llevó del Cercado al Deportivo Lara y ahora a Táchira. Sin mis seres queridos no estaría donde estoy”, aseveró.
Los andinos pescaron una de las joyas del cuadro rojinegro. Una generación dorada donde figuran nombres como Juan Luis Perdomo, Telasco Segovia, Freddy Vargas, Jean Franco Castillo, Jorge Yriarte, entre otros. “Para nadie es un secreto que el Deportivo Lara siempre será mi casa. Estoy eternamente agradecido con ellos. Espero que regresen a la primera división. Pude disfrutar dentro y fuera de la cancha con esos grandes compañeros y excelentes jugadores”, señaló. Hoy comparte con su colombroño en San Cristóbal.
Un Castillo letal en las alturas

Foto: Prensa Deportivo Táchira
“El delantero siempre trabaja para mejorar su forma física y potenciar sus características. En Táchira siempre he trabajado la potencia para mantenerme bien en el juego aéreo, que para mí es fundamental. Lo he demostrado en los partidos, de los 10 goles que llevo con el equipo, creo que ocho han sido de cabeza. Las estadísticas hablan. Pero me enfoco en evolucionar para colaborar con el equipo” reseñó.
En referencia a los goles en etapas claves soltó: “Cuando uno está en la cancha quiere ser protagonista junto a mis compañeros para llevar a Táchira a lo más grande. Si todos estamos bien, el colectivo va a estar de buena manera (…) Soy un privilegiado por Dios por regalarme momentos tan hermosos. El Señor le da las oportunidades a sus hijos en su debido momento, su tiempo es perfecto”. El larense añadió: “Trabajamos para esto desde el 3 de enero, con la mentalidad de ser campeones y lograr el tricampeonato. Lastimosamente no se me habían dado más goles antes, pero se abrió el arco y toca seguir. Esto no es de ahora, sino una labor de meses para que hoy las tareas salgan bien”.
Los goles son éxito colectivo. En el caso del artillero tiene la virtud de estar rodeado de jugadores de técnica depurada, que lo nutren de buenas ocasiones. “En lo personal, muchas veces no salgo casi del área porque tengo jugadores como: Carlos Sosa, Leandro Fioravanti, Juan Requena, Maurice Cova; que tiene muy buen pie. Les digo que me den la pelota, que la lancen al área que estaré allí, atento para cuando llegue y luego hacer lo mejor posible para marcar”, expresó.
Buenos mentores

Foto: Prensa Deportivo Táchira
La motivación en el extranjero de Bryan Castillo ha sido el charrúa Luis Suárez, en ese espejo se refleja cuando ve fútbol por televisión. Pero en la cancha ha contado con buenos mentores en la Tierra de Bolívar. “Cuando empecé tuve a Jesús Hernández en el Deportivo Lara. Lo aprecio mucho y es un gran amigo. Siempre me ha gustado su forma de jugar. Acá (San Cristóbal) tuve al ´Matatán´ (Anthony) Uribe y Edder Farías, tipos de bastante jerarquía y de los cuales también tomé nota”, reveló.
De la actualidad declaró: “Lucas Cano nos ha aportado mucho al equipo y es uno de los que más asistencia suma. Es una lástima que no se le haya abierto el arco, pero pronto se le dará, porque es un jugador muy técnico y con unas condiciones para ser el goleador del equipo”. Todo ese recorrido con 23 años, le permite mantenerse en línea ascendente y ser un referente del área de un Deportivo Táchira que logró el primer bicampeonato de la Liga FUTVE Banco de Venezuela en su historia.
Las exigencias en Pueblo Nuevo siempre son claras: ganar o nada. “Las metas al principio del año son buscar el tricampeonato y bordar la estrella 12 en el escudo. Trabajo para aportar mi granito de arena y ganar. En lo individual tengo el objetivo de hacer siete o más goles, siento que voy en buen camino para cumplir esa cifra. Asimismo, me planteo salir del país y vivir mi primera experiencia en el exterior”, concluyó. Con experiencia en el pasado Preolímpico y par de estrellas en su currículo, Castillo pavimenta su camino a suelo foráneo. Sus goles en momentos claves son el mejor asfalto para consolidar sus sueños y hacer que el sonido del balón con las redes, sean poesía para los ojos tachirenses. / Luis Vilchez