Franco Provenzano, el lateral que cultiva su mente para ser goleador
Recorrido en las canteras de Táchira, formación en España, campeón con Ureña de la categoría de plata, estudia inglés, trabaja su mente con coaching, desea estudiar Comercio Exterior, titular indiscutible en Liga FUTVE 2 y goleador de su equipo como lateral. Aparte debutó con la reserva y en la Copa Venezuela con el aurinegro. Todo siendo 2005. No es un perfil hecho por Inteligencia Artificial, sino la historia de Franco Provenzano. Siendo aún un chamito, tiene una checklist impresionante que le augura un gran futuro en lo que se proponga. Seguramente fuera de los Andes su nombre no es tan familiar para el gran público, pero es solo cuestión de tiempo.
“Se me han venido dando las cosas en la primera vuelta. Estoy acá de préstamo y vine a tomar ritmo de juego con Real Frontera, que no lo estaba teniendo en primera con Táchira. Trato de dar lo mejor siempre, de contar con regularidad y mostrarme”, soltó el tachirense, que es el goleador de Real Frontera con cinco dianas y fue el lateral derecho del XI Ideal de la Liga FUTVE 2, en el ecuador del certamen. En 2023 jugó la segunda etapa, luego de una oferta de Adolfo Monsalve y se consagró ese año en la categoría de plata criolla.
Los goles han sido una caja de resonancia de su rendimiento. Pero, ¿Qué le pide Miguel Quirulef? “El profesor siempre me dice que esté ordenado, pero cuando vea la oportunidad, que vaya a atacar, que se me da muy bien. Siento que viene mucho de mi intuición, de analizar los partidos y contar con muchos minutos. Te vas acostumbrando a tu equipo y generas visión de juego. Un ejemplo es el último gol ante El Vigía, que terminé como extremo. ¿Por qué? Porque el que era nuestro extremo Johandry Hidalgo, que ahora está en Trujillanos, siempre se iba dentro. Al entender que se cerraba, como intuición pude detectar ese espacio e ir por ahí”, comentó.
Provenzano es parte del grupo de jugadores cedidos por el aurinegro al Real Frontera junto a: Wilmer Rico, Juan Aguilar, Edwin Vargas y Carlos Méndez. “Desde Táchira están siempre pendientes de nosotros, recientemente nos presentaron a los nuevos integrantes del cuerpo técnico (Sergio Herrera y José Luis Campofiloni). En estos días nos mandaron a todos Pueblo Nuevo para que nos tomaran las medidas antropométricas”, reveló. Una medida del Carrusel para darle fogueo a sus promesas en un torneo con roce profesional.
“Me ha servido mucho este paso por Real Frontera, tomé una buena decisión al venir. Siento que me he fogueado en un torneo que no solo es correr y meter, sino que se ve que hay talento. Tengo ese ritmo y competitividad que tanto necesitaba”, expuso. En la primera vuelta cosechó 972 minutos en 13 compromisos. Su desarrollo también va marcado en un elenco que clasificó a los octavos de final de la Copa Venezuela, donde se medirán contra el vigente campeón: Deportivo La Guaira.
Soltó la raqueta y se dedicó al fútbol
Foto: Prensa Real Frontera
Hoy su sueño pasa por seguir la estela que han dejado Gerzon Chacón y Roberto Rosales. Aunque por un momento se proyectó como el heredero de Ricardo Rodríguez-Pace. Por influencia de sus primos, practicó tenis e incluso ganó un campeonato nacional en Santa Rosa de Lima, en Caracas. Ya en la cantera de Táchira y con 12 años, le chocó una final de fútbol con una semifinal de tenis. En esa disyuntiva optó por el balompié. Inició a patear balones a los cinco años en el Club Demócrata, también estuvo en la selección del estado Táchira. Pasó por la antigua Serie Oro y Serie Élite, hoy conocidas como Liga FUTVE Junior con el aurinegro. En 2019 fue invitado por el Levante de España y tuvo un pasantía por el cuadro granota, pero por la pandemia no se pudo quedar.
En 2020 hizo su primera pretemporada con el primer equipo de Táchira y en 2022 jugó la categoría reserva, su debut se dio ante Zamora. En unas pruebas que hicieron a 250 jugadores, gustó y fue seleccionado para ir al Fuenlabrada. Otra vez cruzó el charco. Allá jugó en la División de Honor y entrenó con las categorías Promesas, desde 2022 hasta 2023. En esas vacaciones de verano recibe la llamada de Monsalve y se incorporó a Ureña, previamente realizó un mes de entrenamiento con Nueva Esparta. Con los azucareros debutó ante Academia Rey y luego se estrenó como goleador ante Real Frontera. En diciembre firmó contrato con el Carrusel y el año siguiente jugó Copa Venezuela contra Ureña. En ese 2024 también vivió la experiencia Vinotinto, de la mano de Ricardo Valiño, en Costa Rica. En suelo tico jugó el segundo amistoso de la sub-20 y le anularon un gol.
Pero el cambio en su carrera vino de la mano de José Antonio González, mejor conocido como ‘Josele’, quien le dio un consejo clave. “Siempre he sido extremo, pero cuando me fui a España, ‘Josele’ me convirtió en lateral. Me dijo que me veía que se me acaba la cancha para correr, que por qué no probaba jugar más atrás. Empecé a trabajar en una nueva posición para mí, en lo perfiles y juego aéreo hasta hoy que se me da bien”, analizó.
¿Qué diferencia ve entre España y Venezuela? “Aquí es un poco más físico, pero España es más táctico. Los campos de allá se prestan mucho para jugar y que sea más rápido, con mucho control-pase. Acá somos más de correr y meter. De allá rescato la tranquilidad que tienen los jugadores para resolver problemas, tomar decisiones y ser inteligentes en la cancha. Era División de Honor, pero decía: ´Tienen una agilidad mental muy bárbara’. El fútbol se juega con los pies, pero lo más importante es la cabeza”, reflexionó Provenzano.
Una cabeza bien amueblada
Foto: Prensa Real Frontera
El refrán reza: “El que sigue consejo, llega a viejo”. En el caso del zaguero se ha podido codear con una plantilla de peso, que se consagró bicampeona de Venezuela. “Trato de absorber como una esponja todo lo bueno de mis compañeros. Gracias a Dios he tenido la oportunidad de compartir con Roberto Rosales y con ‘Teto’ (Nelson Hernández), con quienes siempre converso y me ayudan”, reveló. El lateral anexó: “A Roberto le preguntaba cómo llegó a estar 10 temporada seguidas en España. Él me decía que, con trabajo, que estoy en una edad en la que necesito esforzarme, que pronto dará sus frutos. Siempre tengo ese consejo muy presente”.
Aparte tuvo el privilegio de vivir prácticas de jerarquía. “Hay jugadores muy calidosos, que aprendes viéndolos y escuchándolos. Futbolistas muy técnicos como Carlos Sosa. Es un rocé que no cualquiera puede tener. Son entrenamientos que se viven a full y tienes que estar a la altura. No es nada fácil, pero fue una experiencia muy bonita. Cuando se pone más difícil, ahí es que ves que vas subiendo el nivel. Tengo que seguir aprendiendo e ir por más”, rememoró.
De su paso por las pistas de tenis quedó su trabajo en lo psicológico. “Me acostumbre a trabajar la mente. El tenis me ayudó a tener tranquilidad. A decir este punto ya pasó, ahora vamos con el otro. Así trato con el fútbol. Si una jugada no me sale como quería, no pasa nada y en la siguiente me saldrá mejor”, declaró. En su paso por el aurinegro hizo coach con Jhonny Smith Nieto Morillo, pero ahora trabaja de la mano de David Zalzman. Sí, el jugador de Metropolitanos es su coach.
“Trabajo de la mano con Zalzman y siento que me ha ido muy bien. Para salir adelante, la parte mental es muy importante. Cuando empecé a conversar con Zalzman no tenía ni un gol. Con él he trabajado una técnica que me ha servido e ido aplicando en cada partido. Me ha funcionado de gran forma”, soltó. Esta estrategia consiste en una palabra en específico que le sirve a Provenzano para recordar una lista de metas como: objetivos que tiene, cómo quiere jugar, qué quiere hacer en el compromiso. Con esa palabra activa su mente. “También me ha ayudado mucho el tema de la respiración, lo manejo antes y durante los partidos”, apuntó.
Aunque solo tiene 20 años, también se prepara para el futuro. “Estoy en proceso de empezar una carrera online, también me gusta prepararme con el inglés. Quiero iniciarme en Comercio Exterior y estudiar una especialidad relacionada a la industria del petróleo (…) Vengo de una familia muy trabajadora que siempre me ha apoyado e impulsado. Su consejo es que el deporte llega hasta cierta edad. Me alientan en mi sueño ser un gran jugador profesional, pero también aspiro a ser una persona exitosa. Por eso prepararme me va a ayudar”, manifestó.
Mantener el ritmo
Foto: Prensa Real Frontera
En lo personal, Franco Provenzano buscará sostener su nivel. “Vine a Real Frontera a sumar minutos y tener el roce con el que estoy contando. Mostrarme lo más que pueda y aprovecharlo de vitrina. Ahora estamos sextos y buscaremos quedar entre los cuatro primeros, que son puestos de clasificación. Espero sostener mi rendimiento o mejorar lo mostrado en la primera vuelta y por qué no luchar por alzar mi segundo título de Liga FUTVE 2. Todo sea para regresar a Táchira o si me abren las puertas en otros lados. Siempre le pido a Dios que me prepare para todo eso que él ya tiene escrito en mi camino”, redondeó.
Desde pequeño se crió yendo a Pueblo Nuevo con un padrino y el esposo de una prima, que vivía al lado de su casa. Lo buscaban de pequeño para ir a alentar al aurinegro y hoy tiene contrato con el equipo de sus amores. Con el pasar de los años, la tradición de ir a la grada se mantuvo. Guarda con gran cariño aquella final contra Caracas, por la estrella, en 2023. “Fue un partidazo, desde las tribunas lo jugué y lo viví con todo”, recordó.
Por su madurez y preparación, tiene todas las herramientas para triunfar en la vida. Ya sea adueñándose de la banda derecha del “Templo Sagrado”, llevando sus goles a otras latitudes o en los despachos. Su lucidez y talento, acompañada de sus valores familiares, son una mezcla envidiable en cualquier futbolista latinoamericano. Parece hecho por IA, pero es fruto del trabajo duro. Más temprano que tarde escucharemos su nombre en las redes sociales con frecuencia. / Luis Vilchez
