Gallardo: Vengo para que las personas vuelvan a creer en que Zamora es grande
Zamora quiere cambiar la imagen que se refleja en el espejo. Busca en el retrovisor esas postales de un pasado no muy lejano, lleno de vueltas olímpicas y grandes alegrías. Para reverdecer viejos laureles trajo un hijo ilustre de su cantera. Forjado en Barinas y con el blanquinegro en la sangre, Erickson Gallardo regresa a La Carolina como una misión: convertir a los incrédulos en creyentes de la institución. Como si nunca se hubiese ido de la “Ciudad Marquesa”, el extremo cayó de pie en su debut, dio una asistencia y entró en el XI ideal de la jornada 1 del Torneo Clausura de la Liga FUTVE Banco de Venezuela.
“Al ver que no veía minutos en Monagas, hubo conversaciones con el presidente y el entrenador para volver. Aquí siempre me he sentido a gusto y tranquilo. Vine también para ayudar al equipo, como todo barinés soy un jugador-hincha, así que siento el dolor de la gente al ver al equipo en la zona baja de tabla”, aseveró el atacante. Gallardo agregó: “Vengo a aportar para estar en lo más alto, como siempre se ha caracterizado Zamora”.
Más allá de que el fútbol es su profesión, también se mezcla un factor sentimental, en donde confluyen el sentido de pertenencia y el agradecimiento. “Este es el club que me abrió las puertas cuando era chico y me dio la tranquilidad de crecer como una promesa de la institución. Conté con la confianza de todos los profesores en ese tiempo y debutar de la mano del profesor ‘Chita’, que para mí es el mejor técnico de Venezuela. Me siento muy identificado con el equipo y su gente”, comentó. El barinés expuso: “Cuento con el apoyo de las personas de mi tierra y contar con mi familia cerca que es un plus”.
El recuerdo de 2022 aún está fresco. En esa campaña quedaron a un paso de jugar la final por la estrella con una actuación estelar de Gallardo, que en 31 juegos acumuló 10 goles y seis asistencias. “Me siento muy identificado con ese año y quiero demostrarlo nuevamente aquí. Siento estos colores y la tristeza de la gente, que han sufrido de 2022 para acá. Por eso venimos con ilusión y ganas de ver al equipo en lo más alto”, acotó el extremo.
La bandera de la esperanza

Foto: Prensa Zamora FC
La llegada de Gallardo es una bocanada de aire fresco para las aspiraciones de Zamora. “Todos los clubes han pasado por circunstancias así. Obviamente al llegar sentí esa tristeza y desconfianza. Se piensa que este año va a ser igual al anterior y que se va repetir ese ciclo. Venimos a revertir esta realidad, que tengamos confianza y fe de que nada de eso va a volver a suceder. Daremos todo por cambiar este presente. Queremos buscar el campeonato”, afirmó “Meteoro”.
Los calendarios han pasado y el veloz extremo ya no es chamo. Cerca de cumplir 29 años, su rol dentro de Zamora es diferente, en su mochila carga más responsabilidades. “Para mí es un reto sumar desde el liderazgo. Aportar esa experiencia que he adquirido en otros equipos y también en la selección nacional. Vengo a ayudar a que las personas tengan fe. Que la gente crea que el equipo todavía es grande, que va a seguir siendo grande, que todos juntos podemos sacar esto adelante. Con fe y unión de familia que ha caracterizado al Zamora”, reflexionó.
Para lograr su cometido, el extremo goza de todo el apoyo del estratega José María Morr. “Lo primero que me dijo el profesor (Morr) fue: ‘Siéntete identificado conmigo, cuenta con la tranquilidad de que vas a tener la confianza de jugar. Lo que quiero es que vuelvas a ser ese Gallardo que todas las personas han visto. Sé la clase de jugador que eres tú, siempre era un dolor de cabeza cuando te tenía en contra en Metropolitanos. Solo quiero que seas tú, que sientas confianza y liderazgo de parte de los jugadores y mía para ver tu mejor versión’. Ellos saben lo que puedo dar”, rememoró.
En la línea de tres del cuadro llanero, Gallardo ejerció de “falso extremo”, como dijo Morr en la rueda de prensa postpartido. Lo que no es un rol ajeno para “Meteoro”, porque lo vivió en los Estados Unidos. “Cuando el profesor habló conmigo por celular, que todavía no había llegado, me preguntó si había jugado alguna vez de carrilero. Le dije que sí, con Phoenix Rising, ya que el profesor Juan Guerra utilizaba la misma alineación. Allá también hice de ‘10’, pero me gustaba más de carrilero. Uno se caracteriza más por ser atacante e ir hacia adelante y cuesta un poco el retroceso. Pero asumí este rol con trabajo y responsabilidad de ayudar en lo defensivo. En el primer juego fue así, que estuvimos bien parados en la línea de atrás con buena comunicación”, analizó del estreno ante Deportivo Táchira, en el Torneo Clausura de la Liga FUTVE Banco de Venezuela.
La propuesta táctica también va de la mano con la idea de luchar por lo más alto. “Lo primero que vi es que tenemos un profesor ganador, que va para adelante y no le tiene miedo a nada. Te dice que tengas pausas dentro del partido. Cuando vayas a atacar y tienes para comerte el contrario, lo hagas. Pero con tranquilidad e inteligencia de no quedar mal parados atrás. Eso se vio mucho en el primer tiempo del partido donde tuvimos esa intensidad de ir por el encuentro”, afirmó. Gallardo complementó: “En el segundo tiempo sí aflojamos un poco por el tema del resultado. Nos relajamos un poco al saber que tenían uno menos, pero nunca supimos plasmar en el campo esa superioridad numérica”.
Las primeras carreras de “Meteoro” Gallardo

Foto: Prensa Zamora FC
El camino de Erickson Gallardo en el fútbol arrancó desde temprana edad, a los 3 años, de la mano de su papá en la escuela Raúl Leoni. Le gustaba el béisbol, hizo natación y estuvo unos meses kárate. Sin embargo, su progenitor le inculcó la pasión por el balompié. “De niño me ponía a jugar con chicos más grandes. Llevaba golpes y lloraba, pero aprendí que tenía que llevar patadas, porque el fútbol es un deporte de contacto. Ahí crecí y tuve esa experiencia de estar con jugadores muchos más grandes para inculcárselo a mis compañeros”, dijo.
El paso previo a Zamora tuvo un par de escalas, primero en la academia Ezequiel Zamora, de Santa Bárbara, en sub-16 y luego Potros de Barinas con la sub-18 y la sub-20. Antes de recalar en la “Furia Llanera” pudo ir al Real Esppor, por un llamado de Charles López, pero prefirió terminar el bachillerato y en ese momento Julio Quintero lo llevó al cuadro blanquinegro. Tras solo cuatro días de entrenamiento con la cantera, Quintero lo mandó al primer equipo con Noel Sanvicente.
“La primera vez que vi al profesor ‘Chita’, estaba en las gradas del Fuerte Tavacare y serio. Tenía 16 años, me le acerqué y le dije: ‘Aquí estoy, soy el jugador que mandó Julio Quintero’. Él me respondió: ‘Bueno, tienes cinco segundos para que te cambies y empieces [voz grave]’. Agarré ese susto que esto era bravo, entonces me cambié rápido y empecé la práctica”, recordó. Sobre su experiencia con Sanvicente agregó: “Es un profesor ganador y que no le gusta regalar nada. Tienes que jugar con todo. Si vas a salir al 60-70 tiene que ser reventado. Recuerdo que fui a un partido con el filial y marqué el empate contra Portuguesa y a los días me hizo debutar en primera. Estoy muy agradecido con él y con Julio Quintero por su confianza”, declaró.
En sus inicios jugó cuatro partidos como lateral a las órdenes de Alí Cañas en Copa Venezuela, luego siempre en el ataque para aprovechar esa velocidad. En Potros lo bautizaron como el “correcaminos”, en sus inicios en Zamora fue el “colibrí”, pero el apodo que más caló fue “Meteoro”. Desde entonces su circuito de carreras favorito es La Carolina. “Es mi casa y me siento a gusto ahí. Sabemos que es un estadio y una cancha complicada. Si no estás bien físicamente, te mueres al minuto 50 o 60. Es mi hogar y espero que poco a poco vayan llegando las victorias, que asista mucha más gente para que nos den una vibra positiva”.
Más madurez, mayor responsabilidad

Foto: Prensa Zamora FC
Los últimos tres años han significado un cúmulo de experiencia para Gallardo en Estados Unidos, Carabobo y Monagas, ya en su retorno a la Liga FUTVE Banco de Venezuela. “Como persona, con lo que atraviesas en tu vida, los obstáculos que superas y todo lo que pasas, maduras un poco más al momento de tomar decisiones”, explicó. Mientras que en el terreno de juego analizó: “En lo futbolístico he aprendido mucho en cuanto a la determinación que se tiene en los partidos. Todo pasa por la toma de decisiones. Por el apuro o el cansancio tiendes a equivocarte, pero eso le sucede a todo jugador en cualquier parte del mundo”.
Gallardo profundizó: “He aprendido a tener responsabilidad de las cosas. Cuando uno es joven dice: ‘Ah bueno fallé y ya’. Ahora no, si erras tienes que ir a buscar y hacerlo bien. De eso se trata el trabajo. Eso me enseñó cada situación que he pasado en la vida y en cada equipo que he estado”. Esa mentalidad le ha dado un rol preponderante en el camerino. “Ese respeto te lo ganas con lo que has hecho en el club y en tu carrera. Pero también estoy para aprender de los jugadores grandes como Arles Flores y Henri Pernía. También de ‘Paky’ Lucena, que pasó por muchos equipos y la selección. Estoy para ayudar con liderazgo al equipo y que todo se dé como queremos”, comentó el atacante.
Parte de esa madurez es estar a disposición en cualquier posición que lo necesite José María Morr dentro del campo. “Me adaptaré a lo que me proponga porque cuento con su confianza. Aunque por la banda puedo dar mucho más, por mi velocidad y en los duelos 1vs1. Veo más factible ganar los enfrentamientos y tener más espacios, que en el medio no ves tanto. Puedo aprovechar los huecos que quedan cuando se traslada el balón de lado a lado”, analizó.
El extremo concluyó: “La meta colectiva es entrar entre los ocho y buscar el campeonato. En lo personal me trazo jugar los minutos que me dé el profesor. Trabajar fuerte, aportar goles y asistencias. Aparte soy un jugador joven y tengo la mentalidad de salir al exterior nuevamente”. La primera presentación de Gallardo, en su tercer ciclo, enciende la llama de la esperanza en Barinas. / Luis Vilchez