Gilmar Martínez, otro enganche prometedor de la «Tierra del sol amada”
En el siglo XXI, la región del Zulia ha producido grandes enganches: Yohandry Orozco, Jefferson Savarino y Andrés Montero. Hay uno nuevo que emerge desde las canteras de Rayo Zuliano, al que su club le deposita mucha confianza. Goza de la bendición de Grenddy Perozo, y aprendió desde pequeño las aristas del fútbol de su padre, Derwui Martínez, ex jugador y entrenador de la sub-20 del Zulia que ganó con Montero y Savarino a nivel nacional. Con 16 años debutó con el cuadro marabino, en 2023, y esa campaña le marcó a Estudiantes de Mérida. El volante volvió a agitar las redes este 2025, con un remate acrobático, para que los eléctricos estrenaran el casillero de victorias de visitante este curso.
“Este triunfo significó muchas cosas positivas, porque teníamos bastante tiempo sin ganar de visitante. Es especial poder contribuir con el gol de la victoria. Representa una alegría grande para el grupo y para mí”, expresó Martínez. El mediocampista aprovechó un rebote de un remate de Gideon Iliya. No pudo a la primera, pero tuvo premio a su insistencia para trazar una pincelada de arte. “Son gestos técnicos que uno saca de repente y me salió. En el primer intentó no conecté, pero volví a tirar. Lo primero que pensé tras ver que era gol fue correr y celebrar con mis compañeros”, soltó.
El teléfono se le inundó de mensajes. “Mucha gente me ha escrito. Me preguntan: ‘¿Dónde sacaste ese gol?’ o ‘¿Cómo lo hiciste?’. Pero son acciones que se hacen, porque las han practicado y realizado antes”, reveló. Su diana más allá de los tres puntos significa unos días de trabajo con sosiego. “Es una semana más tranquila. Estamos enfocados en trabajar y buscar los tres puntos contra el siguiente rival que es la Academia Puerto Cabello”, comentó.
Sobre lo que le pidió el estratega Johanny García expresó: “Me pidió que entrara y cerrara el partido en el medio. Que ayudara a mis compañeros a tener un poco más el balón. Mi fortaleza es la visión de juego, meter pases, filtrar, hacer cambios de frente y dar asistencias”. En cuanto a su labor en el campo indicó: “Cuando tenemos la posesión, el cuerpo técnico me solicita que busque el balón, me mueva, que me busque y filtre. A veces voy de ‘10’ y otras de ‘5’, cuando estoy más retrasado en el campo soy más práctico y más rápido, juego a uno o dos toques. Cuando voy de enganche tengo un poco más de libertad”.
Fútbol desde la casa
“Mi padre me enseñó todo desde chiquito. Con él aprendí los fundamentos para pararme en el campo, mirar a mis compañeros y dar los pases como se tiene que dar”, dijo Martínez sobre la influencia de su progenitor Derwui Martínez, futbolista y entrenador de recorrido en Zulia. Los inicios del enganche fueron en la escuela Dancy Bravo, luego la vida lo llevó a otros equipos hasta que hizo pruebas con Rayo Zuliano, en ese momento inició a competir en Liga FUTVE Junior, hasta subir peldaños y llegar al primer equipo de forma acelerada. “Desde que llegué a este club me han apoyado y me dieron la oportunidad de estrenarme en primera, lo que les agradezco”, acotó.
Con un talento innato y un guía desde casa, le han permitido desarrollarse de la mejor manera. “Que mi padre haya sido jugador es una motivación a igualarlo o ser mejor que él, más que una presión. Trabajo cada día para crecer más. Toda mi familia estaba feliz por el gol. Mi papá lo que dijo es que no pare, que siga trabajando, luchando y que nunca me dé por vencido”, afirmó. El entorno ha sido clave para hacer una transición de juvenil a profesional sin traumas. “He tenido que madurar mucho más rápido en este tiempo en primera división. Debes estar más avispado y más pendiente en los retrocesos, aparte cuando te van a apretar los choques son más fuertes. Son muchas cosas diferentes con respecto a la Liga FUTVE Junior. Llevo dos años y me he esforzado bastante para estar aquí”, reflexionó.
Sus referentes locales los tuvo de cerca gracias a su familia. “A Montero lo he visto desde chiquito, porque mi papá y mi tío eran los técnicos de esa sub-20 que quedó campeón. Fue mi primer referente y ahora lo veo todos los días. Aprendo de él”, reveló. En ese equipo también estaba Savarino, al cual observa desde la distancia en sus partidos del Brasileirao. Mientras que en el plano internacional le gusta fijarse en Juan Fernando Quintero, el enganche de River Plate y de la selección de Colombia.
Primero consolidarse y luego emigrar
En ese roce del día a día con jugadores de mayor experiencia ha aprendido de Ángel Faría y Carlos Lujano. Sobre todo, del zaguero que estuvo en el Torneo Apertura antes de fichar por Monagas. “Lujano era como un papá. Me enseñaba todo, me explicaba cómo era el fútbol y los diferentes aspectos de ser futbolistas. Sinceramente le agradezco mucho”, reseñó. La mentalidad de Martínez tiene el norte claro: “Quiero acumular minutos y aprovechar las oportunidades que me otorguen. Todo en pro a ayudar al equipo para ir a una competición internacional”.
El ejemplo del salto que acaba de dar Heiderber “Coquito” Ramírez rumbo a Albania es una motivación. “Es lo que se tiene que hacer. Trabajar, creer y pensar en salir adelante. Luchar para salir a otras ligas que es lo que uno desea. Lograr que tu nombre sea más grande”, señaló. Si hay un contexto favorable para concretar todos sus sueños es Rayo Zuliano. En su casa, una institución que apuesta al talento joven y un estilo de juego que potencia a los enganches.
“Me entiendo muy bien con Saimon Ramírez y Cristian Maldonado. Siempre les digo que piquen al espacio, que les pondré el balón al espacio. O si no que echen para atrás y luego la tiro por encima. Ellos saben mi juego”, culminó. El fútbol lo lleva en la sangre Gilmar Martínez. Desde los 16 años se codea con la élite del balompié criollo y ya suma dos dianas, la última de un valor clave para las aspiraciones de Rayo Zuliano. La cinta transportadora de buenos enganches en Zulia sigue activa, y este ahijado de Grenddy Perozo es una demostración de ello. / Luis Vilchez-Comunicaciones Liga FUTVE
