Pablo Camacho cumplió con su deber como capitán de Táchira
Para el cobro del quinto turno en la tanda de penales de Táchira, en la Gran Final de la Liga FUTVE contra Carabobo y que se definió 4-2 a favor de los andinos, fue designado Pablo Camacho, el capitán del elenco y que había entrado justamente en pos de ejecutar ese rol. El defensor tuvo la jerarquía y sentenció la consecución de la estrella 11 de los andinos.
El caraqueño, que está próximo a cumplir 34 años, tuvo un rol puntual a lo largo de la campaña, en la que su voz de mando fue fundamental para sostener el ritmo competitivo, más desde que Edgar Pérez Greco, un antiguo compañero y con el que quedó campeón en la justa 2021, tomó el mando de la oncena en plena Fase Final del Torneo Clausura y lograron empujarlo hasta la instancia en la que podían sumar títulos, hecho que se concretó.
Pero Camacho sabía que de su cobró dependían muchas cosas, y respondió con creces. “Sentía una obligación, algo para concretar durante todo un año, un esfuerzo grandísimo de todos mis compañeros, de toda esa gente que vino a acompañarnos a todas las canchas una vez más, además de un invicto inigualable, que ya es de 22 partidos así que tenía una obligación con mis compañeros”, expresó el defensor, que realizó un balance de cómo llegó el cetro absoluto y el primer bicampeonato en 50 años de fundación que tiene la institución atigrada,
“Nos lo merecíamos, hicimos un grandísimo partido en Valencia y fuimos claros superiores, faltó el gol y como les dije adentro en el camerino, esto es nuestro y de nadie más”, reseñó Camacho, que jugó 16 encuentros de la Liga FUTVE, 11 de ellos como titular y también completados, sin amonestaciones, e integrando cuatro arcos en cero para Táchira.
En promedio por duelo, Camacho totalizó 23,3 pases por encuentro, 6,0 de acierto en campo contrario, 2,7 balones largos, 1,2 pases globo certeros, 0,7 intercepciones, 0,8 entradas, 2,3 balones recuperados, 1,9 despejes, 1,7 duelos totales, 1,3 en el suelo, 0,5 aéreos y recibió 0,4 faltas.
Para el zaguero son tres estrellas, todas levantas al ser el portador de la banda, aunque en compañía de Maurice Cova, quien ha liderado a nivel interno el club en conjunto con el nativo de Caracas.
Camacho mostró su serenidad
Cobrar un penalti tan importante como el que cierra la tanda para un bando es fundamental, porque habla de la confianza que existe en el pateador. Camacho tuvo el carácter que da su rol dentro de Táchira para ser el encargado de cristalizar un hito en la historia de esta divisa en la Liga FUTVE.
“Tuve la claridad y la tranquilidad a la hora de cobrar el penal, porque no es fácil entrar a dos minutos que terminé el partido, estar frío y tomar la mejor decisión”, esgrimió el internacional y Mundialista Vinotinto en la categoría Sub-20, que se apoyó en sus seres queridos para conquistar un nuevo objetivo en el ámbito personal.
“Agradezco a Dios porque es el primero en todo este grupo, a mi familia que me acompañó en el partido y a mis dos hijos”, sentenció Pablo Camacho, que alarga también su cuota de importancia para la vitrina de una de las oncenas más laureadas del país. / Pablo Alejandro Rondón – Foto Principal: Miguel Vallenilla / Comunicaciones Liga FUTVE