Pablo Camacho: “Táchira es mi vida”
La partida de nacimiento de Pablo Camacho dice que nació en Caracas, pero el fútbol lo volvió un tachirense más. No creció yendo a Pueblo Nuevo los domingos ni desayunando pisca andina, pero si se le hace una radiografía se verá que su corazón es aurinegro. Un capitán siempre presto para dar su aporte, en el campo o en el camerino. En el pasado no ha gozado de la regularidad de otrora, pero siempre ha aparecido en la foto de las citas grandes. La venta de Carlos Vivas, estar recuperado de su lesión de rodilla y otros factores, han hecho que el Mundialista sub-20 vuelva a tener protagonismo en el Torneo Clausura, como dupla de Mauro Maidana.
“El balance es bastante positivo, aunque con un poco de sabor amargo. Fue bueno porque logramos un poco más de regularidad que en el Torneo Apertura, al conseguir más puntos, pero no alcanzó para la primera meta que teníamos que era ser líderes. La segunda plaza no está mal, porque eres cabeza de grupo y te la posibilidad de llevar la final a nuestra casa, que es importante”, comentó. El zaguero señaló: “Evidentemente dejamos escapar un logro relevante como la Tabla Acumulada. Aunque es cierto que hubo un rival que no soltó la cima y acumuló una mayor cantidad de puntos. Ahí también se nos dificultó la carrera por llegar a ese objetivo”.
En cuanto a su rol dentro del campo expuso: “Las exigencias del profesor Greco son: tener jerarquía, estar muy atento a todos los detalles de la parte defensiva, brindar mi experiencia, siempre tener esa intención de salir jugando primero, estar pendiente en los anticipos y cerrar la espalda de mis compañeros. También debo transmitir mucha energía positiva y lo que significa Táchira en todo momento”, aseveró.
Sobre su dupla con el central argentino dijo: “El entendimiento con Mauro (Maidana) es espectacular. Ha sido un tipo que desde el primer día ha jalado el grupo hacia adelante en todo momento. Ha llevado en un camino espectacular a los más jóvenes. Estoy contento con él y lo que hecho con el colectivo. Sus grandes partidos y el espectacular torneo que hizo el año pasado para conseguir un título. Tenemos una muy buena amistad y se ve reflejada en el campo”.
La fase final en el horizonte
El sorteo encuadró al Deportivo Táchira en el cuadrangular B, junto a: Carabobo, Caracas y Metropolitanos. “La clave que Táchira vuelva a llegar a una final es seguir haciendo el fútbol que venimos haciendo con nuestra esencia, nuestras ganas, nuestro temperamento y la jerarquía que demostramos en todos los partidos. En este camino es importante iniciar con el pie derecho, eso va a ser fundamental. Es un factor muy importante, porque ahí partirá todo”, reflexionó.
Camacho redondeó: “Debemos estar enfocados en nosotros, no pensar en nada más. Tenemos un compromiso muy grande en llevar este club una vez más a una Copa Libertadores, en 2026, y estamos trabajando muy fuerte para ello. Tenemos un grandísimo equipo, con excelentes jugadores, solo falta creérnosla y darle para adelante”. En la ventana de fichajes para este segundo semestre dieron un salto de calidad con la llega de Luis “Cariaco” González y Adalberto Peñaranda.
El defensor opinó: “La llegada de Luis (González) y Adalberto (Peñaranda) es bastante positiva, porque son dos muchachos que han estado mucho tiempo fuera del país, viviendo el fútbol internacional y tienen una experiencia importante. Llegan a nuestro club a aportar todo ese recorrido y jerarquizar, un poco más, al Deportivo Táchira. Estoy feliz, porque desde el día uno que llegaron lo hicieron con la humildad que los caracteriza, siempre queriendo sumar y aportar. También desean mejorar en todos los aspectos, porque saben que es una institución que exige muchas cosas, entre ellas es el campeonato”.
En su análisis añadió: “Ellos son los primeros que quiere ganar y están trabajando fuertemente para conseguirlo. Se han sumado a lo que es este mundo aurinegro y tienen claro el objetivo de todos los muchachos, que tenemos desde el principio del año dándole para lograrlo”. Los aurinegros son bicampeones de la Liga FUTVE y están a una estrella de alcanzar al Caracas en lo más alto del podio con 12 coronas.
Consolidado en la zaga

Foto: Prensa Deportivo Táchira
“Estoy muy contento, porque para nadie es un secreto que en los últimos años me tocaba aparecer en los partidos, quizás, más difíciles, más importantes y más duros. Luego en la regularidad no tenía esa continuidad que quería. Este año por bastantes circunstancias la tuve y luego se me escapó por una lesión de rodilla, desde afuera se sufre mucho”, reveló. En este semestre suma siete compromisos, que se traducen en 542 minutos.
El caraqueño señaló: “Ahora que tengo la oportunidad, la estoy disfrutando mucho. Me estoy entregando en todo momento, me siento bien y en un excelente nivel. Espero seguir mejorando, porque aún no he logrado llegar a donde quiero. Me pone feliz que el profesor (Pérez Greco) tenga esa confianza en mí para sumar en el equipo. Se está viendo de buena manera en los últimos partidos. Cuando he ingresado he podido aportar mi granito de arena en la parte defensiva”.
Como es habitual en los últimos tiempos, su lugar en la última línea es más por el carril central que como un lateral. “No me ha cambiado mucho rol, porque en las categorías menores, te hablo del Sudamericano sub-17 y sub-20, mi posición natural siempre fue de central. Así que la conocía bastante bien. Este año ha sido mi rol principal, como en las dos últimas temporadas. En la época de Daniel Farías y Carlos Maldonado jugaba mucho en esa posición y alternaba de lateral derecho. Muchas veces jugué como central por derecha y Gerzon Chacón de lateral”, argumentó.
El caraqueño puntualizó: “Es una posición que disfruto, que me gusta y siento que tengo una cualidad muy importante, porque jugué muchísimos años de lateral derecho, que es una demarcación que te exige físicamente. Cuando vas de central lo disfrutas más porque tienes esa condición natural”. Su rendimiento ha sido positivo tanto de central como de stopper en una línea de tres, en las últimas campañas.
Hermandad Gallega como punto de inicio
El camino en el fútbol de Pablo Camacho inicio a temprana edad, a los cinco años. En diferentes escuelitas de Caracas, pero el lugar que marcó más al defensor fue Hermandad Gallega, con el Galicia Fútbol Club. “Ahí arrancó mi gusto por este lindo deporte. En esa institución jugué 12 años. Un club familiar, alegre y que me dio todo lo que tengo hoy. Ahí conocí a mi esposa y ahí crecieron mis hijos en algunos años. Es un lugar que le tengo muchísimo afecto, admiración y respeto”, rememoró.
El capitán aurinegro agregó: “Tuve grandísimos entrenadores como Pedro Febles, en paz descanse, y Pedro Acosta, ambos de selección de Venezuela y que jugaron en este estado (Atlético San Cristóbal y Unión Atlético Táchira). Grandísimas personas. Luego tuve un paso rápido por UCV, en la categoría sub-17, posteriormente llegué al Caracas donde estuve aproximadamente siete años, consiguiendo objetivos y títulos importantes. También pertenecí a las selecciones de Distrito Capital y de Venezuela sub-15, sub-17 y sub-20. Ha sido una larga trayectoria para llegar a esta grandísima institución que he me ha dado todo y donde estoy muy feliz”.
Sus inicios fueron en la capital, pero su nombre ha quedado inmortalizado en los Andes. “En el camerino, en mi rol de capitán, me siento como una persona muy pensante y tranquila. Intento llevar las cosas siempre de la mejorar manera, en sana paz y con respeto del uno al otro. Que nunca haya injusticias, porque eso me afecta bastante y me exalta. Estoy en contra de cualquier irregularidad. Mi labor es hacerle entender a todos mis compañeros el lugar donde están y siempre apoyarlos de forma incondicional, a los criollos y extranjeros, darles una mano amiga. Estar en los malos momentos. Ese ha sido el camino para conseguir los logros tan importantes de los últimos años”, detalló sobre su liderazgo.
El defensor declaró: “Este es un trabajo que se hace en equipo. Las grandes instituciones para conseguir objetivos importantes, tienen grandes líderes y cuento con ellos dentro del camerino. En estos 10 años he crecido gracias a grandísimas personas con las que compartí. Tuve los mejores líderes y capitanes que pude haber conocido. De todos aprendí y absorbí muchas cosas. Entender la magnitud del equipo en el que estamos, toda la gente que nos rodea. Saber quién suma y quién resta. Tengo bastante recorrido para aprender qué hacer. Trabajar con mucha mesura y tranquilidad, porque las decisiones no se toman en caliente. Lo he hecho bien en los últimos años, donde se han conseguido títulos”.
En esa línea soltó: “A mi mano derecha tengo un tachirense más, que también tiene un recorrido impresionante, que es Maurice (Cova). Todo eso hace que seamos grandísimos líderes para los grupos que han pasado en los últimos años, donde logramos metas tan relevantes y darle alegrías a este lindo equipo”.
Tachirense de alma y corazón

Foto: Prensa Deportivo Táchira
La «Ciudad de la Cordialidad» lo ha adoptado con sus brazos abiertos. “Táchira representa mi vida, porque he experimentados muchísimas cosas emocionantes. Me quedo con las más lindas e inolvidables. Esta linda ciudad y su gentilicio me han enseñado muchas cosas. ¿Si siento que soy el caraqueño más aurinegro? En este punto de mi vida me siento bastante tachirense. Me acomodé a su forma de vivir, su cultura, gentiliza, humanidad y tranquilidad en el día a día. Me siento que soy uno más”, manifestó.
“Me siento como uno de ellos, por eso le tengo este cariño tan grande a estos colores y todo lo que representa esta linda causa que es el Deportivo Táchira, en este hermoso lugar de nuestro país”, soltó Camacho, que ha sido un coleccionista de estrellas con el aurinegro. “Uno va viviendo el día a día y capaz no ve la magnitud de las cosas. Pero, sí, a veces, soy consciente del hermoso trabajo que se ha hecho, con esfuerzo, pasión y mucha pasión por nuestra labor”, exteriorizó.
Camacho concluyó: “Se han conseguido cosas lindas aquí y aún quiero más, porque siento que este pueblo necesita siempre alegrías. Es un sitio del país donde han llevado muchos golpes y nosotros estamos para darles todo tipo de felicidad a esta noble gente. Soy feliz todos los días, le agradezco a Dios y siempre tengo una razón más para luchar y entregarme al 100 por ciento en el fútbol”. El panteón del Carrusel está conformado por grandes glorias, acordes a la magnitud histórica de la institución. En el futuro un nombre se escribirá con letras doradas: Pablo Camacho. Aunque por el sentido de pertenencia del defensor, seguramente pedirá cambiar el color dorado por aurinegro, la tinta que pinta su vida. / Luis Vilchez-Comunicaciones Liga FUTVE