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Radiografía de Zamora bajo la lupa de Arles Flores

La construcción de la historia de una institución es obra del trabajo de diversas personas que dejan su aporte en el tiempo. Zamora se convirtió en el equipo de la década pasada y cambió su relato, de ser solo un elenco aguerrido a uno ganador. Cuatro estrellas lo ratifican en su escudo. Un protagonista de esa gesta es Arles Flores. De la Barinas profunda, de un pueblo llamado San Silvestre, de ahí salió a poner al blanquinegro en el Olimpo. Aún no ha terminado de escribir su legado, al que le sumó una remontada más en este Clausura, tras un Apertura difícil. Con palabras que salen del idioma del alma y un sentido de pertenencia arraigado en el corazón, el “Chigüire” hace una radiografía del elenco federal.

“Ha sido una aventura muy complicada para nosotros. Sabemos que este club está acostumbrado a pelear siempre por cosas importantes y en los últimos años ha sido duro, para la directiva y el fanático. Nos pusimos el compromiso de darle una alegría al club este año, con esas ganas de pelear por títulos importantes. Vamos paso a paso en una temporada difícil en su comienzo. Estamos en una etapa donde hemos madurado mucho como equipo. Como jugadores remamos al mismo lado en estas circunstancias y tenemos otro semblante para luchar por el campeonato”, indicó el volante.

Elegido en el XI Ideal de la primera jornada de los cuadrangulares, el mediocampista es el encargado de pregonar la palabra del Zamora. Dar a conocer que el equipo de Barinas es grande y no nublarse en el pasado reciente. “Tengo dos años desde mi regreso y le he transmitido a los más jóvenes que progresen cada temporada. Hay futbolistas con un talento muy positivo. Se había perdido ese proyecto en menores, pero ahora tenemos a (Isai) Valladares y (José) Sequera, que no es de la ciudad, pero es parte del proyecto. Son tomados en cuenta y se les renovó. Se les dice que están en un club grande, que ha hecho las cosas bien, aunque la ha pasado duro, pero que se ha levantado y seguido hacia adelante. Aquí siempre se lucha y se llega a logros importantes. Ellos son conscientes que están en una institución con mucha historia y lo valoran. Tenemos casos como Santos Torrealba que está a préstamo y es el futuro del club. José (María Morr) ha visto el club de otra manera, observa a los chamos y los ha potenciado”, resaltó.

En esa evolución de la institución reflexionó: “Veo un club más maduro. Los años la han cambiado muchísimo. Se trabaja durante la campaña con energía positiva y con el potencial del jugador. Sabemos que tenemos cuatro estrellas. Cuando inicié mi carrera el club no tenía ningún título, solo un ascenso. En lo personal pienso que ha crecido mucho desde lo gerencial y desde el presidente. Los rivales le tienen mucho respeto al club, le temen jugar contra Zamora en La Carolina, porque saben que es incómodo. Hemos venido de menos a más, y los periodistas lo han reconocido. Hemos conseguido confianza y aspectos positivos para que el club vuelva a ser el mismo competidor de siempre”.

Idiosincrasia de la región

“El jugador llanero, el futbolista de Barinas, es una persona con ganas de seguir hacia adelante, pase lo que pase. No importa que tengamos al frente, siempre nos vamos a levantar y continuar hacia adelante. Los barineses sentimos que somos luchadores, trabajadores y así podemos hacer las cosas bien. Es uno de los aprendizajes del año pasado en lo personal, donde al principio nos pasó lo que nos pasó, pero al final pudimos dejar al club en primera división”, reveló el mediocentro. El canterano de Zamora añadió: “Somos jugadores valientes como lo fue Pedro Ramírez. Como lo son Antonio Romero y Erickson Gallado. Esa es la historia bonita de este club, donde los barineses nunca nos rendimos y seguimos trabajando para dar el máximo. Si tú haces esto por pasión, lo disfrutas y lo haces con todo el amor del mundo, al final del año te va a salir bien”.

En referencia a la feligresía blanquinegra dijo: “Al principio del año fue duro para ellos como para nosotros. Sabíamos que teníamos que darle esa alegría que se merecen ellos, porque han sufrido bastante. Ellos ahora están ilusionados, con nuestra idea de juego y nuestro carácter, que se ve en los partidos. En esta Fase Final se dio una muestra, que nuestra hinchada está en todo momento. En una etapa hubo crítica, pero les hicimos saber que tuvieran confianza en nosotros. Que estábamos trabajando para darles alegrías. La palabra que hay que utilizar es ilusión, ¿por qué no pelear por un título o una copa internacional? Se lo merecen ellos y nuestros familiares, que están a nuestro lado en todo momento. Su apoyo en La Carolina es primordial”.

Los llaneros suman seis victorias en su feudo. “En lo personal, cuando llego al estadio es como cuando ingresas al patio de tu casa y ves a toda tu familia reunida. Es esa sensación de un evento familiar. Creo que en La Carolina te arropan con ese amor por el escudo, por el estado y por las ganas de que sea nuestra ‘Caldera del Diablo’, que se ha perdido un poco en estos años. Es nuestra fuerza, nuestras ganas de luchar como zamoranos y barineses. En nuestro patio tenemos que ser muy fuertes. Nosotros tenemos que poner amor, pasión y mucha alegría. Nuestra cancha está llena de mucha historia y de sensaciones positivas, que es algo único para nosotros”.

De San Silvestre a la gloria

Foto: Prensa Zamora FC

“Salí de un pueblo muy humilde, que se llama San Silvestre, de gente trabajadora que lucha por sus sueños cuando va a la ciudad. De chamo nunca estuve en ninguna escuela. A los 15 años me vine a Barinas a hacer las pruebas con Zamora y quedé entre los pocos cupos que había. Mi carrera comenzó a los 16 años. Tuve que adaptarme a la ciudad, enseñanzas en el tema de categorías formativas, todo esto solo, porque mis padres trabajaban en el pueblo, para ayudarme y apoyarme en mis metas. Al principio fue un año de adaptación y aprendizaje”, recordó. En el camino quedó campeón sub-17 y sub-20. Rápido debutó con Darío Martínez y luego hizo historia con “Chuy” Vera. Luego llegaron las estrellas con Noel Sanvicente y Francesco Stifano. “Jugar la Libertadores fue algo muy bonito, era un sueño que siempre tuve en mi pueblo. Cumplir ese objetivo de representar a tu estado y a tu país con el equipo de tus amores es de las cosas más lindas en mi carrera”, confesó.

Luego tuvo un paso por el Deportivo La Guaira. “Fue una etapa muy bonita, donde dejé victorias y una huella muy importante. No fui por ir, sino a lograr cosas importantes en el naranja. Con sacrificio, pasión y la entrega de siempre, que es un aspecto relevante en mi carrera. Mi familia está orgullosa porque siempre escogí el camino de la disciplina por todo lo que hacía. También en ese 2016 pude debutar con la selección absoluta contra Argentina. Otro sueño cumplido, que se lo debo a mis padres por su esfuerzo para que llegara a donde estoy. Fui recompensado tremendamente por Dios. Ahora volví a mi ciudad, a representar el equipo de mis amores”, puntualizó.

El “Chigüire” ha labrado un camino para que otros sigan. “Los chamos saben la historia que tiene el club y a donde van a llegar. En este momento hay tres chamos de mi pueblo luchando para hacerlo mejor que yo. Esa es mi visión, no tienen que hacer lo que hice, sino mejorarlo. Uno en la vida no se puede poner techo, hay que superarse. Te enfocas en un ejemplo, pero debes superarlo. Mi mentalidad es así porque he jugado con personas importantes como Vicente Suanno, Luis Vargas o Darío Figueroa, en la época de ‘Chita’. Eso me marcó en mi carrera. Si quieres llegar a donde te propones, tienes que pensar así. Los jóvenes entienden que Zamora es un equipo grande, que no deben relajarse por llegar acá. Entienden qué camiseta visten y qué escudo representan”, afirmó.

Cambio de chip

“Pienso que José (María Morr) llegó para cambiar la mentalidad del club, porque últimamente no se venían haciendo las cosas bien en lo deportivo. La incorporación más importante de nosotros y que Morr trajo fue el noveno fichaje: el psicólogo deportivo. Nuestra mentalidad cambió muchísimo y nos sacó ese espíritu ganador. De creer, volver a competir y saber que estamos en el Zamora, que debíamos volver a luchar. Nos sacó ese coraje competitivo, de querer crecer y de confianza. Ese fue el trabajo de José, sacar ese carácter en nosotros”, analizó.

Una muestra se vio en el triunfo 2-0 sobre Monagas SC, en el inicio de los cuadrangulares. “Tenemos que ir partido a partido. Dimos un paso hacia adelante en un compromiso de gran motivación, que nos da esa confianza y ese plus para pensar diferente, pero no podemos relajarnos, si aflojamos nos va a pasar factura. Quedan cinco encuentros para volver a una final”, comentó. Flores profundizó: “Con mi experiencia sé manejar estas situaciones y cómo indicarle al grupo la forma de afrontar lo que viene. Ante La Guaira será un duelo muy bravo, vienen de un año casi perfecto. Pero esto cambió y partimos desde cero todos. Debes estar fuerte mentalmente para ganar partidos. Puedes estar óptimo en lo físico y lo anímico, pero sin lo mental no vas poder. Vamos con los pies en la tierra, pero también con las ganas, la fe, la actitud y la confianza de luchar. Contamos con jugadores de calidad, pero debemos guerrear como equipo. Estamos tranquilos porque contamos con un gran psicólogo deportivo, un gran cuerpo técnico y futbolistas de experiencia”.

Con 34 años, aún el retiro no ronda en su cabeza. “Lo he pensado y hablado con mi familia, porque es un tema que está ahí. Pero espero que Dios me dé la oportunidad de ganar otra estrella más para irme por la puerta de adelante. Ser ese orgullo de los niños que te encuentras en el supermercado o en la farmacia, que te miran con mucha ilusión. Creo que me queda mucho, uno dos o tres años, es lo que tengo en mi mente. Cuando llegue ese momento quisiera ser director técnico, porque tuve entrenadores muy importantes en mi carrera como: ‘Chuy’ Vera, Darío Martínez, Alí Cañas, Francesco Stifano, Noel Sanvicente, Daniel Farías y el mismo José María Morr. José está llegando al club y he agarrado muchas cosas importantes de su cuerpo técnico, su manera de trabajar y de hacer las cosas bien, que lo hacen un técnico ganador en nuestra liga”, concluyó el volante.

Con las vitrinas vacías y con cuatro estrellas. Luchando en la Libertadores y zafando del descenso. Desde su cantera, hasta ser su líder. Arles Flores lo ha vivido todo con Zamora. Su recorrido le permite analizar el presente blanquinegro, apalancado en lo que es su historia, para permitir vislumbrar su futuro. El adolescente que un día hizo su maleta en San Silvestre, hoy es el espejo donde se miran muchos chamos de Barinas, que sueñan también ser importantes en su Zamora Fútbol Club. / Luis Vilchez-Comunicaciones Liga FUTVE

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