Richard Blanco se afianzó como segundo máximo goleador de la Liga FUTVE
Richard Blanco es historia del fútbol venezolano. A sus 43 años de edad, el olfato goleador de «El avioncito» sigue vigente, y lo demostró este fin de semana frente al líder de la Liga FUTVE Banco de Venezuela, La Guaira.
A pesar de la derrota de Metropolitanos, el delantero llegó a 207 goles en la Liga FUTVE, para afianzarse en solitario como el segundo máximo anotador histórico del balompié venezolano. Un gol que tuvo un significado más allá de lo futbolístico, ya que fue dedicado a su hija que está próxima a nacer. El goleador innato dejó atrás a Rafael Castellín, para quedarse como único perseguidor en la senda por el primer puesto del máximo artillero, el cual ostenta Juan García con 271 tantos.
Veinte años de carrera, diez equipos en el fútbol venezolano y 207 goles, se dice fácil, pero parece que ni siquiera el mismo jugador está consciente de los hitos que ha conseguido.
“No sé cuanto tiempo me quede en el fútbol, quiero disfrutarlo al máximo. Juegue o no juegue, siempre me quedo trabajando después de los entrenamientos, no conozco otra forma de divertirme y de disfrutar. Todavía siento muchas cosas cuando estoy en el campo, no dejo de emocionarme cuando me toca jugar fútbol”, enfatizó el «9», sobre sus claves para lograr mantenerse vigente y hacer historia en el fútbol venezolano. El representante violeta agregó: “Me siento un niño todavía y trabajo como un niño, a veces siento que hago cosas de más o corro kilómetros de más por la euforia y la emoción de jugar. Todo esto ha sido lo que me ayudó a estar aquí”.
Dos décadas jugando a este deporte y aún se siente como si fuese la primera vez que toca una pelota. Este ímpetu por jugar un partido más, un minuto más, y de anotar un último tanto antes de su retiro, explica la grandeza de Richard Blanco. Un goleador con una pasión inquebrantable por su profesión, y que durante toda su carrera tuvo en claro que el único camino para hacer historia, es trabajando al máximo por lo que amas.
Al igual que todo profeta, los niños venezolanos que quieren ser futbolistas ven en Richard un ídolo al cual seguir. “Para mí conseguir esta cantidad de goles es para que los chamos tengan una meta que seguir, un camino que construir, un ejemplo… yo creo que los deportistas somos agentes de cambio. En algún momento me tocará guindar los botines y espero que muchos chamos intenten superarme, sé que va a ser así”, cerró su idea al motivar a los jóvenes futbolistas a perseguir sus sueños.
El oriundo de La Guaira que fue a la capital a probar y nadie le dio la oportunidad, un niño con ilusiones de ser profesional que nunca se rindió hasta que lo consiguió. El mismo que entrenaba en las canchas de tierra de su estado los lunes y los miércoles, y por sentir que no era suficiente, se iba a jugar en el Pedagógico de Caracas los martes y jueves.
No sabemos cual será su última temporada, lo único que podemos asegurar es que estamos en presencia de uno de los más trascendentes jugadores nacidos en nuestro país, el cual se ha cansado de demostrar en los últimos años que en el fútbol no hay límite de edad.
El secreto está en su mentalidad ganadora, que es la causante de dejar en un segundo plano las facturas físicas de su edad, y hacer que el tanque de reserva del Avioncito tenga el combustible suficiente para seguir desplegando su vuelo en territorio venezolano. / Kevin De Sousa-Comunicaciones Liga FUTVE