Sergio Sulbarán, el relojero de la medular llanera
La nueva era de Zamora busca volver a posicionar a «La Furia Llanera» en lo más alto de la primera categoría del balompié venezolano, contando con un estratega de procesos largos que sabe gestionar vestuarios y sacar lo mejor de sus futbolistas, José María Morr.
El combinado blanquinegro pasó de ser un club que luchaba por la permanencia a volver a sus raíces competitivas, siendo un hueso duro de roer en cualquier plaza del fútbol criollo. Los ajustes tácticos en la llegada de Morr vinieron acompañados de dos condimentos extra, el cambio de mentalidad y hacer sentir a cada uno pieza importante en el rol que desempeña. En este contexto sale a relucir un mediocampista de buen pie que es el relojero de la medular barinense, gozando de una inteligencia privilegiada para medir los tiempos y abrir defensas férreas con su visión de juego, Sergio Sulbarán.
Sulbarán ha tenido dos etapas en el tetracampeón de Venezuela, obteniendo rodaje en 75 encuentros y sumando once aportes de gol (seis tantos y cinco asistencias). En Liga FUTVE Banco de Venezuela ya superó su mejor registro en una temporada con el club llanero, ostentando influencia directa en cinco ocasiones y dejando atrás sus números de 2022, cuando logró hilvanar dos goles y dos asistencias.
Con respecto a las sensaciones que le ha dejado su segunda etapa en Barinas y la madurez con la que afrontó regresar tres años después, el mediocentro enfatizó: «No estaba consciente de esos números, pero me siento muy feliz con mi regreso al club, el mismo que me abrió las puertas cuando pasé por momentos complejos en el año 2019. Es un privilegio poder volver a vestir esta camiseta ya que en Zamora me siento como en casa. Afuera aprendí a valorar lo que se siente portar esta casaca, siento que ahora veo las cosas con más claridad dentro de la cancha pero aún no estoy en el nivel que me propuse».
Un jugador más completo y maduro futbolísticamente fue el que volvió para adueñarse de la medular del estadio Agustín Tovar, esta vez teniendo un timonel que sabe perfectamente lo que es volver protagonista a instituciones que en la conversación no suelen ser tomados en cuenta con la chapa de campeón. En relación a las herramientas que le ha facilitado el director técnico para llevar su juego al siguiente nivel, el dorsal «14» comentó: «Adaptarme a lo que pide el profe no fue fácil porque te exige al máximo, aunque considero que hoy en día lo sé analizar con más calma. Tuvimos una pretemporada de las más fuertes en mi carrera y eso me ayudó bastante físicamenteme, ya no me lesiono tanto y puedo sostener el ritmo los 90 minutos, así que diría que su llegada me brindó más herramientas físicas».
Una dupla que le aporta experiencia
La zona dos de Zamora está blindada por piezas de distintas características que son la columna vertebral para el dinamismo llanero. Dos carrileros con proyección y un volante ofensivo que rompe líneas con su conducción son apoyados por mediocentros que son inamovibles para Morr, Arles Flores y Sergio Sulbarán. El oriundo de Guanare se siente más seguro teniendo al «Chigüire» a su lado, al contar con un compañero que es guerrero de mil batallas y que se encarga de mantener el orden del eje, dejándole la fase de construcción a Sulbarán.
El jugador declaró sobre la comodidad que supone tener al capitán como su dupla, siempre cubriéndole la espalda y respaldando la genialidad con la esférica del ex-Portuguesa: «Con Arles he compartido la mayoría de los partidos durante el campeonato. Poder desempeñarme junto con un jugador tan experimentado como él es un privilegio, trato de observar su juego e intento aprender un poco de sus características. Dentro del terreno siento que nos complementamos más en la faceta defensiva».
Las estadísticas del categoría 98 durante el certamen 2025 son un reflejo de su juego, dejando en claro el porqué de su importancia en el esquema:
- 597 pases precisos
- 81.4% en precisión de pases
- 46 balones largos precisos
- 52.9% en precisión de balones largos
La responsabilidad de la historia blanquinegra

Foto: Prensa Zamora FC
Zamora ha ido en ascenso en cuanto a su nivel de la temporada actual, siendo un equipo que cada vez se compenetra más con las ideas innovadoras de su entrenador. El cuatro veces campeón de Venezuela tiene como punta de lanza la búsqueda de espacios por los costados, muchas veces con balones filtrados que terminan por sorprender a la última línea de cualquier combinado. Esa decisión de siempre buscar la verticalidad se ha vuelto un peligro inminente para los equipos que comparten grupo con «La Furia Llanera», que viene de conseguir tres puntos frente a Monagas y un empate valioso contra La Guaira, para postularse como contendiente a la segunda final liguera del año.
Un gigante que parecía dormido está volviendo a emerger en Barinas, y todo parece indicar que van en busca de dejar atrás los fantasmas del pasado para bordar otra estrella en su escudo. La responsabilidad de pertenecer a un club histórico es una motivación extra para todo el plantel, que tiene como objetivo principal devolver a la institución a la cúspide del fútbol criollo: «Cuando llegué a Zamora habían jugadores top y era muy difícil tener minutos. Todos esos años en mi primera etapa me han ayudado mucho a ser lo que soy hoy en día. Para mí volver a la institución es un reto, ya que tengo el objetivo de ser parte de esas personas que le han dado algo importante al club. Aún tengo esa espina del 2022 donde se nos escapó jugar la final en el último partido. En el vestuario tenemos muy claro que no será fácil el boleto a la final, pero todos estamos ilusionados y queremos pelear por ese cupo».
La presión de la historia cada vez se va achicando más al ver la seguridad con la que se desempeña este nuevo elenco, contando con un reparto de futbolistas que algunos ya son parte de las crónicas de la entidad, y otro par que quiere grabar su nombre con tinta blanquinegra, siendo perteneciente a este segundo grupo Sergio Sulbarán. / Kevin De Sousa-Comunicaciones Liga FUTVE