
Una versión más cerebral de Angelo Lucena con Metropolitanos
El inició de campaña de Angelo Lucena (26-01-2003) no fue sencillo, tras acarrear una sanción del curso anterior. Pero en la primera oportunidad que le otorgó Roland Marcenaro, de titular, respondió con creces al marcar un doblete ante Carabobo y ser la figura de Metropolitanos. Luego de su mejor año con 31 compromisos (2100 minutos) y cuatro dianas con los violetas. Esta año, en una demarcación diferente, augura un rendimiento interesante y la posibilidad de agregar nuevas capas a su juego.
“No fue fácil este arranque, porque la primera fecha estuve suspendido y luego no vi tantos minutos. Ingresaba de cambio. Estaba un poco desanimado, porque el jugador siempre quiere jugar. Me preparé para aportar en lo que el profesor (Marcenaro) me pidiera. Pude ser titular y ayudar al equipo contra un rival difícil como Carabobo. Lo hice en una posición donde no había jugado, que es de volante. Me solicitó mucho ida y vuelta, para atacar y defender”, comentó Lucena vía telefónica. El dorsal “13” de los violetas está más habituado al último tercio de la cancha, aunque rindió de muy buena forma en una labor que no hacía desde su etapa de juvenil.
“En primera división es diferente por la intensidad, por los retrocesos y las distancias. Hay que tener mucha resistencia, aparte de concentración. Regresar para defender y luego subir para ayudar en ataque a tus compañeros”, comentó. Esta reubicación en el campo de juego se da con un nuevo cuerpo técnico, luego de dos años al servicio de José María Morr. “Su legado en el club fue muy bueno, en un proceso largo. Pero nuestra adaptación al nuevo profesor no fue difícil. Somos profesionales y tenemos que asimilar lo más rápido posible lo que nos solicita para salir adelante”, aseveró.
¿Qué pide el estratega uruguayo? “Que tengamos la pelota, que nosotros manejemos el partido y propongamos. Que no perdamos tiempo y nos paremos lo más rápido posible, darle circulación al balón y ponerlo en juego con velocidad en cada falta”, señaló. Una idea de juego que lo favorece como pieza creativa. Aparte no solo es un ambiente positivo a nivel deportivo, sino también institucional. “Desde el primer momento que llegué a Metropolitanos me recibieron de la mejor manera. El trato ha sido increíble, estoy agradecido con toda la gente del club. Su presidente Juan Carlos (Ferro), la señora Johanna, con todos, porque me han hecho sentir uno más de Metro desde el día uno. Esa confianza debo retribuirla en el campo”, indicó el volante que fue parte del XI ideal de la Jornada 5 del Torneo Apertura de la Liga FUTVE Banco de Venezuela.
A defender el legado Lucena
Antes que Angelo, el apellido Lucena lució en las franelas de Johnny, Franklin y Ronaldo. Es un linaje producto de Portuguesa que es sinónimo de fútbol venezolano. “Cuando comencé a entender más el fútbol, me di cuenta de lo que significaba este apellido y de quién era mi papá (Franklin), que estuvo gran tiempo en la selección y el Caracas. Es una gran responsabilidad ser un Lucena, aunque muchos lo ven como un peso o una presión, la verdad es que es un privilegio. Mi padre dejó la vara muy alta, pero me propongo igualarlo o mejorarlo”, reflexiono el atacante.
¿Con todo el contexto y entorno había opción de ejercer otra profesión diferente al fútbol? “Mi mamá me dice que, desde niño, a los cuatro años, ya busca una pelota. Siempre jugaba cuando acompañaba a mi papá a los entrenamientos y nunca hubo duda en decidirme por el fútbol. Inicié en el Caracas y luego a los ocho años fui al Real Esppor, me mantuve cuando cambió a Deportivo La Guaira. Cuando mi padre regresó de Once Caldas, inicié en la sub-16 de Portuguesa”, relató. El 26 de enero, el día de su cumpleaños 16, Jobanny Rivero le dio la oportunidad de debutar y lo hizo con gol ante Deportivo Anzoátegui. Aparte compartió con Franklin en cancha.
“Estaba preparado para ese momento y trabajé para eso. Recibí la confianza del profesor Jobanny Rivero y es un lindo recuerdo que tengo: mi cumpleaños, con mi papá en cancha y hacer gol. Luego tuve buenos momentos y no tan buenos con Portuguesa. Eso me ha dado una enseñanza. Cualquier jugador puede tener bajones, pero lo importante es levantarse. Queda el aprendizaje para no repetir errores”, reflexionó Angelo, que disputó 84 compromisos con el Penta antes de partir al lado violeta de la capital.
La familia como remedio al vértigo de la precocidad
A los 16 años no es legal votar, ni registrarse en el ejército ni ingresar a una discoteca. Pero Ángelo Lucena ya defendía el orgullo de un equipo histórico. Todo fue muy rápido. Sin la red de contención necesaria, en la era de las redes sociales y la inmediatez, un adolescente puede hundirse en las arenas movedizas de la fama precoz. “Con el pasar de los años he madurado y sé manejar mejor las situaciones. Pero también he contado con la ayuda de mi papá en los momentos no tan buenos. Soy un afortunado de tener un padre que jugó y sabe cómo es este mundo. Me habla y me aconseja todos los días”, aseveró el mediocampista creativo.

Foto: José Pablo Lobo (Prensa Liga FUTVE)
¿Te escribió luego del juego ante Carabobo? “Sí, me mandaron un mensaje y me llamaron. Estaba mi mamá, mi papá y mi hermano. Mi padre estaba llorando. Esto es en gran parte gracias a ellos y el apoyo que me han brindado en todo lo que me propongo”, reveló. La familia es el sostén de un ser humano y más de una figura pública. “Insisto en que soy un privilegiado en tener una familia con personas que jugaron y me ayudaron a llevar esto con calma. A cualquiera se le puede subir todo a la cabeza, por las redes sociales y porque las personas están muy pendientes del fútbol. Lo importante es la gente con la que te rodeas para tener tranquilidad y mantenerte enfocado”, declaró Lucena.
El volante fue muy claro: “Debutar en primera división no significa nada, porque puede hacer tu estreno y en unos años bajas el nivel o, capaz, ni siquiera seguir. Debes estar enfocado para mantenerte en la élite. Esto dependerá de las personas a tu alrededor, tus familiares y amigos”. Más de 100 partidos en la Liga FUTVE Banco de Venezuela avalan los consejos de Angelo Lucena, que ha desplegado su talento en Acarigua y Caracas. Aparte suma cinco compromisos CONMEBOL con los violetas: dos de Libertadores y tres de Sudamericana.
Un rol más organizador en la maquinaria violeta
Al desempeñarse de volante, más allá del despliegue físico que genera el ida y vuelta, tiene otros deberes tácticos. Su rol pasa a ser más cerebral y analítico, no de tanto vértigo y finalización como en el último tercio. Aunque brilló por sus dos goles, su entendimiento de los espacios fue muy llamativo. “Mi papá me dice que siempre he sido más del 1vs1, pelota pegada al pie y de encarar. Pero también se darle calma al juego. El fútbol se juega con mucha intensidad, pero hay veces que tienes que ponerle una pausa para organizar el juego. Me considero capaz de dar esa variante”, explicó.
En cuanto al manejo de los espacios en el sector medular expuso: “En el mediocampo todo es más rápido, pero el fútbol también se juega con la mente. Hay que tener calma, a veces con un pase o solo moverse entre líneas, le puedes dar la posibilidad a un compañero. También debes buscar y mostrarte para quedar solo, como en el primer gol ante Carabobo. No pensé que me quedaría ahí, pero todo fue gracias a estar cerca de la jugada. Enfocado y con paciencia para culminar las acciones”.
Su rol de sostener al equipo y generar conexiones no lo alejó del gol. Lucena firmó el segundo doblete de su carrera en Liga FUTVE Banco de Venezuela, donde hizo gala de su buena pegada. Incluso fue el encargado de ejecutar tiros libres. Sin embargo, el volante no lo adjudicó tanto ese par de dianas al talento de sus pies, sino a la fe que le tienen sus colegas. “Todo parte de la confianza de mis compañeros, incluso de Walter Araujo, que es el capitán, y la confianza que me tengo. Eso es lo principal. Si crees en ti mismo, puedes lograr cumplir lo que te propongas en el fútbol y en la vida”, manifestó.
En un año con la CONMEBOL Sudamericana, Copa Venezuela y Liga FUTVE Banco de Venezuela, Lucena confirmó que los objetivos son altos. “Las metas son llegar al último partido del año. La campaña pasada demostramos de lo que somos capaces al jugar dos finales, aunque lastimosamente no pudimos ganarlas; sin embargo, aprendimos de esa experiencia. Somos una plantilla joven con referentes como Miku, Walter Araujo y el propio Andrés Ferros, que, a pesar de no tener tanta edad, lo vemos como un líder por lo que transmite en cancha. Nos dan confianza a los más jóvenes y somos conscientes de que podemos luchar por la gloria”. / Luis Vilchez