Liga FUTVE

Alexander Rondón Maneiro lleva el gol en la sangre y Aragua lo festeja

A lo largo de su carrera, el nombre de Alexander Rondón Heredia fue sinónimo de goles. Sus registros hablan por sí solos: 168 dianas en la Liga FUTVE Banco de Venezuela. El cuarto máximo artillero de la historia de la competición por detrás de: Juan García (271), Rafael Castellín (206) y Richard Blanco (206). “Pequeño” dejó su huella en Aragua con sus 35 dianas, a mediados de la década pasada. En la vigente campaña de la Liga FUTVE 2, hay otro Rondón que llena de alegría a los “Vikingos”. Es su hijo, Alexander Rondón Maneiro. Creció viendo a su padre inflar las redes en el Hermanos Ghersi, ahora toma su testigo en el cuadro aurirrojo.

Aragua ocupa la cuarta plaza del grupo Centro-Oriental con 14 unidades y una diferencia de +3 goles. Su carta goleadora es Rondón con cuatro conquistas. “Hemos hecho una temporada bastante buena. Al principio nos costó un poco acoplarnos, pero, de a poco, engranamos. Estoy contento con el desempeño individual y colectivo (…) Hemos creado una familia y siempre estamos juntos. Hay mucho compañerismo. Esa camaradería y el grupo sano, han sido claves para el momento que vivimos”, indicó el delantero. Recordamos que el formato de la competición son cuatro vueltas, todos contra todos, en cada sector. Los cuatro mejores acceden a la Fase Final, que serán llaves de eliminación directa hasta la final. Todo con partidos de ida y vuelta.

Su andar ha sido reconocido por la feligresía del cuadro aurirrojo. “Nosotros nos repetimos que estamos en un equipo de primera, solo que está jugando en segunda. La gente de Maracay es bastante apasionada y siente los colores del Aragua. Aparte es una ciudad bonita que me ha acogido de la mejor manera. Siento que tenemos el apoyo de la afición desde el día uno”, repasó el delantero. El oriundo de Sucre remató: “Han entendido el momento que atraviesa el equipo, que no es el mejor, pero siempre nos ven con mucho optimismo y fe, incluso hasta más que nosotros mismos. Trabajamos para hacer un gran papel y ascender en nombre de ellos”.

Rondón: Apellido que retumba en Aragua

Foto: Archivo Alexander Rondón M.

El apellido Rondón suena a gol en la Ciudad Jardín. En otrora con Salomón Rondón, luego con “Pequeño” Rondón. El año pasado, su artillero fue Alexander Rondón Oliveros con 12 tantos. Ahora la punta de lanza del estratega Yoimer Segovia es Alexander Rondón Maneiro. “Soy el referente en ataque, el jugador más cercano al arco rival. El profesor (Segovia) me pide bastante paciencia, al igual que mis compañeros. Tenemos un grupo bastante preparado. La pelota demora un poco en llegar, pero siempre lo hace y de buena manera. Tenemos muy buen pie”, analizó.

Rondón Maneiro profundizó: “Cuando me llegue el esférico, tengo que tratar de definir de la mejor manera posible y marcar goles. En lo defensivo debo tener un compromiso bastante grande. Somos el equipo que menos goles ha encajado en el torneo; eso es gracias a la entrega de todos. Por mi parte, soy el primer defensor. Nos ha ido bien de esta forma y espero que continúe de esta manera”. Guarismos que tienen mucho valor en un certamen que ha subido su vara competitiva en los últimos años.

Cada vez te enfrentas a rivales mucho más preparados y dinámicos. Es una liga cada vez más intensa, física y bastante difícil de conseguir puntos. Hay localidades que son hostiles, con más público en los estadios”, aseveró el delantero. En sus impresiones añadió: “Te da una motivación extra y crea una competencia sana entre los equipos, lo que es muy positivo. La competición va en una evolución bastante interesante y estoy feliz de disputar este certamen”.

En nombre del padre

Foto: Prensa Aragua FC

El fútbol está involucrado en la vida de Rondón Maneiro desde la cuna. “Tuve el privilegio de ser el hijo de un gran futbolista y emblemático en el país. Le agradezco mucho a Dios por eso. Es una honra llevar ese apellido y lo afronto de la mejor manera. Antes de nacer, el fútbol estaba ahí como mi destino. Está en mi sangre”, aseveró. Dependiendo del estado donde jugara su progenitor, ahí llevaba sus goles. Fue en Ciudad Vinotinto, de Puerto La Cruz, donde decidió seguir el camino de su padre. Tanto así que también llegó a desempeñarse en Brasil.

Tuve la oportunidad de ir a Brasil para terminar de formarme allá, donde pasé por una cantidad interesante de equipos. Allí me hice profesional. Lo aprendido me ha servido para estar donde estoy y el momento que vivo”, expresó el ariete. Sobre su paso por suelo amazónico profundizó: “Disfrute de la Copinha, que es una locura de torneo. Jugué contra equipos super importantes como Fluminense. Internalicé a ver el fútbol desde su perspectiva, que es casi una religión para ellos. Es un país netamente futbolero. Aquí somos un poco más beisboleros, aunque poco a poco se ha equilibrado por el trabajo de mis colegas y de la selección, para que este deporte sea visto con otros ojos”.

De su vivencia acotó: “Fui a ese país, porque mi papá vivió la experiencia en carne propia. El brasileño ama el fútbol de verdad. Lo ve como algo sagrado, lo toman con mucha seriedad y le dan un trato diferente. Para ellos es súper relevante.  Yo adquirí eso para mi día a día. Siento este deporte como un brasileño.  Lo amo, lo quiero y siento que me puede dar muchísimo, además de disfrutarlo al máximo”. En el vecino país vistió las casacas de: Vilhenense, Santa María-DF y Belford Roxo.

Experiencias que se suman a lo vivido desde la infancia. “Desde que tengo memoria he convivido con que mi papá sea visto de una forma diferente. Que en una salida a un centro comercial, le pidieran una foto o que firmara una camisa. También en el colegio cuando me iba a firmar o que los compañeros de clases más grandes me preguntaban cómo era vivir con él. Pero cuando caí en cuenta fue su etapa en Anzoátegui, que le fue muy muy bien. Aparte estábamos cerca de Cumaná. Se hizo más notoria esa fama. También en Aragua le fue excelente. Cuando había reuniones en mi casa, la gente iba más porque quería conocer a mi papá, que por otra cosa [risas]. Gracias a Dios puede estar a su lado y acompañarlo en todo este proceso”, resumió.

¿Portero? No hay chance

Foto: Archivo Alexander Rondón M.

¿En la casa de los Rondón se puede ser portero? La respuesta es genuina, una carcajada que delata que bajo ese techo los goles se anotan y no se evitan. “Voy a ser sincero, mi papá nunca me ha exigido nada, más bien, creo, que en el fondo él no quería que fuéramos futbolistas y prefería que nos dedicáramos a otra cosa (…) Cuando era pequeño veía a mi papá hacer goles y la sensación que generaba en el estadio, en los fanáticos, esa emoción es inigualable, quise tratar de igualarla. Dios me dio la dicha de ser delantero, al igual que mi hermano (José Rondón), que está muy bien en el Caracas. Tengo un hermano de tres años, que ojalá pueda seguir la dinastía y ser atacante, porque ser portero está difícil [risas]”.

Aunque quiso seguir su estela de goles, no deseaba calcar los pasos de su padre. “Siendo honesto, cuando era pequeño deseaba tener una carrera diferente a la de mi papá, en el sentido de estar en otros equipos. Pero Dios me fue llevando y se me abrieron oportunidades que eran difíciles de rechazar. Era terco. Pero mi papá jugó en los mejores clubes del país y uno quiere eso. Llevo este apellido con orgullo y honra, porque lo que hizo no fue fácil. No es una presión ni ningún peso. Estoy orgulloso de su camino y agradezco al señor de darme un papá tan excepcional”, afirmó.

¿Consejo de goleador a goleador? “Cuando comencé a tomar en serio el fútbol, sentía mucha presión y me ponía un peso que no debía llevar. Lo único que me decía mi papá es que me divirtiera. Más allá de que es una profesión, que nos da el pan y nos permite lograr cosas, el fútbol es un juego. Si te deja de gustar, no sirve. Lo afronto de esa manera”, confesó. Rondón Maneiro añadió: “Me ha dado millones de consejos para aplicar dentro y fuera de la cancha. Como responder a ciertas situaciones o con qué actitud afrontar algunos momentos. Pero siempre me llevo el: ´Diviértete, hijo’, que me decía de pequeño. Nunca me dijo que hiciera tres goles o tal movimiento. Este es el juego más bonito del mundo, si lo ejerces con presión, miedo o duda, los dejas de disfrutar. Ahí se pierde todo”.

Cumaná como mina de talento

Foto: Prensa Aragua FC

La cantidad de jugadores que surge en Sucre es llamativa, sobre todo al no tener un representante en el fútbol profesional a nivel de clubes. “Seguro es por el pescado frito, algo tiene [risas]. En Cumaná hay muy buenos formadores, aunque no existe la estructura que deberían tener. Allá la gente es bastante guerrera y tienen en común que van hasta el final, no se rinden. Algunos lo ven como un defecto, pero considero que es una virtud ser tercos”, analizó.

En referencia al juego puntualizó: “Nos duele cada pelota en el fútbol como la vida. Luchamos con el alma, porque sabemos lo difícil que es todo. Es una ciudad con bastantes carencias. Cuando existe la oportunidad de hacer lo que nos gusta y que nos paguen por eso, tomamos esa oportunidad con todo y vamos hasta el final. Los cumaneses somos guerreros y luchadores, por eso hay varios dejando el nombre de la región en alto”.

Esa ciudad costera es el sitio de reencuentro de los Rondón a finales de año. “La Navidad para nosotros es alegría y la mejor fecha del calendario, porque nos reunimos toda la familia. Nos vamos todos a Cumaná, papá, mamá, hermanos y abuelos. Disfrutamos y hay poco fútbol. Aunque siempre hay un partido de fin de año o una caimanera con los amigos. Como nos vemos poco durante el año, aprovechamos esa unión familiar para recargar energía y romperla la siguiente temporada”, señaló.

Los reencuentros sirven para compartir con su hermano José Rondón, que labra su propio camino en Caracas, aunque últimamente no tienen que esperar a navidad para verse. “Estoy súper orgulloso de él y lo amo con el alma. Hablamos todos los días, ahora que estamos cerca nos visitamos cada vez que podemos. Trato de recuperar el tiempo, porque estuve seis años en Brasil. Ese tiempo nos unió más y conversamos de todo, no solo de fútbol. En mi caso le pido consejos de las aplicaciones de teléfono, porque está más actualizado con Netflix, Spotify, entre otras. También me recomienda canciones. En este mundo que avanza tan rápido, me mantiene al día de las novedades”, reveló.

El camino es la recompensa

Foto: Prensa Aragua FC

Como decía Óscar Washington Tabárez: “El camino es la recompensa”. Así vive su camino Alexander Rondón Maneiro. “Soy un tipo que cree mucho en Dios y todos los goles que hago se los dedicó a él. La cantidad que el Señor me permita anotar, le estaré agradecido. No tengo una meta específica, sino que todos los partidos entrego lo mejor de mí. Me vacío por completo y eso me deja satisfecho. Así disfrutas tu trabajo y los resultados terminan siendo favorables”, comentó.

Con respecto a lo grupal, confirmó: “Buscamos el ascenso y lo haremos con un buen fútbol para que la gente de Maracay lo disfrute. Recomiendo que se acerquen al estadio porque tenemos un muy muy buen equipo. Es ameno de ver. Cada vez que tengo chance de observar las repeticiones de nuestros compromisos, me encanta lo mostrado”. Rondón enfatizó: “Siento que somos uno de los equipos que mejor juega de la Liga FUTVE 2. Tengo compañeros con un excelente pie y que tratan muy bien la pelota. Así que como objetivo queremos seguir mostrando un buen espectáculo, ganar partidos y llegar lo más alto posible”.

Sobre su actualidad fue definitivo: “Es buen momento, pero Dios me tiene preparado algo mejor”. Una década después, otro Rondón oriundo de Maracay hace que la afición aurirroja se quede ronca al gritar sus goles. La capacidad de inflar redes la tiene en la sangre y desde la casa se perfeccionó en ese arte. En Brasil se terminó de curtir. El buen fútbol de Aragua tiene como finalizador a este Rondón, que, como todos los antecesores de ese apellido en la Ciudad Jardín, son garantía de anotaciones. / Luis Vilchez

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