Liga FUTVE

La dinastía Savarese es sinónimo de gol en el fútbol venezolano

En el fútbol venezolano cuando se pronuncia el apellido Savarese se escucha el sonido de un balón acariciando las redes, porque significa fútbol, pero, sobre todo, representa gol. En otrora con  Giovanni y Hugo Savarese. En la actualidad es Christian el que lleva con orgullo esos estandartes. Con solo 16 años, al igual que su tío, se estrenó adolescente en las artes de entonar el grito sagrado. Su diana no fue decorativa, sino que sirvió para remontar y ganar 3-2 al Bolívar SC. Ese testarazo valió un cierre positivo de fase regular para el Deportivo Miranda, líder del Grupo Centro-Oriental y que se mide en cuartos ante Aragua.

“Sentí una alegría inmensa y una emoción tan grande, que hasta se me salieron las lágrimas. Mis familiares están muy atentos, apoyándome desde el principio y viendo los partidos. Luego del gol recibí muchas felicitaciones, pero también consejos de que esto apenas es el principio, que debo mantener los pies en la tierra y seguir trabajando”, explicó Christian Savarese. Sobre su rol en la pizarra de Andrea Fabri indicó: “Sin balón me pide que esté atento en todo momento con las basculaciones, que referencie mi marca, que esté ordenado y aplique un repliegue intenso. Con la posesión debo tener la confianza de desenvolverme con mi fútbol, que busque asociarme y sea un apoyo para mis compañeros. También que acierte en todos los pases y si tengo ángulo de remate, que no dude en disparar”.

Este deporte ha monopolizado la vida del ariete 2009. “Prácticamente desde los dos años mi vida se ha centrado en el fútbol. Desde pequeño, mis abuelos, padres y tío me han dado herramientas para tener una buena formación e ir paso a paso.  Consejos para que en los momentos malos poder seguir adelante, siempre trabajar con humildad y sacrificio. Todo de la mano de los estudios, porque me han recalcado que un futbolista tiene que ser inteligente y buena persona”, reveló. Sobre lo inmediato, comentó: “La fase final es muy importante para nosotros de cara a alcanzar el ascenso. Siempre doy mi apoyo y aportaré mi granito de arena. Estoy atento a cualquier oportunidad que se presente, pero sé que es un momento clave y soy consciente para esperar y seguir sumando minutos”.

Padre del jugador y del proyecto

Foto: Prensa Deportivo Miranda

“Fue una grandísima emoción, un gol en el minuto 95 y también una alegría múltiple. Como padre, que Christian marcara fue un orgullo y estoy contento por todo su trabajo, ha dedicado su vida completamente al fútbol y los estadios. A su vez el equipo extendió una racha importante, que no hubiese sido posible sin la labor de todos sus compañeros que hacen un trabajo extraordinario, que más allá del fútbol han creado una hermandad”, resaltó Hugo Savarese, quien defendió el escudo de la franquicia en los tiempos del Italchacao y ahora ejerce de presidente del Deportivo Miranda.

“El fútbol es una pasión y un amor muy grande que tenemos los Savarese, donde se junta todo lo que representa Venezuela para nosotros. Este proyecto lo trabajamos desde hace más de 20 años y con el club se hacen realidad muchas cosas. Soñamos no solo con que llegue a primera división, sino que trascienda en competiciones internacionales y que, con el tiempo, pueda levantar una fanaticada importante en el estado (Miranda)”, analizó. El directivo profundizó: “El proyecto del Deportivo Mirada es parte de nuestra vida. Está en el desayuno, almuerzo y cena. Son 365 días que estamos involucrados en hacerlo crecer, en solucionar detalles y que mejore. Hay momentos felices y otros no tanto. Lo importante es tener el foco con cierta visión para motivarnos y llegar a los objetivos planteados. Lo relevante es aportarle al país a través del deporte, en este caso el fútbol, y darle muchísimas oportunidades a los jóvenes, que se sientan parte de esta familia. Que tengan la oportunidad de crecer en esta estructura, dar el máximo para levantarla y que en el tiempo sea referencia en el país”.

En el cuadro mirandino se mezclan el aprendizaje con el resultado. “A pesar de que muchos tratan de dividir formación y competitividad, van combinadas en todo momento. Son dos situaciones que deben estar juntas. Sin embargo, en momentos sensibles y fases de edades tempranas, la formación pasa a tener un protagonismo, un porcentaje mucho mayor con respecto a la competitividad. Cuando llegan más arriba, a la élite, ese porcentaje se intercambia, pero nunca se deja de formar. Cuando tú te formas bien, compites bien. No se deben fragmentar, aunque habrá momentos en que una está por encima de otra”, señaló. Este proceso se ha llevado de buena forma en 2025, donde tuvieron un rendimiento arrollador en el Grupo Centro-Oriental con 54 de 84 posibles, una efectividad del 64%, aparte de sacarle seis unidades de ventaja a su más cercano perseguidor, Marítimo FC.

“Hasta el momento es una temporada muy buena. No arrancó de ahora, se viene trabajando desde hace un par de años, inclusive un poco más, desde la ratificación de una gran cantidad de jugadores con tiempo en el club. También de la mano del cuerpo técnico del profesor Andrea Fabri, que vive su segundo año. Esto es el fruto de la labor del departamento de scouting, la gerencia y la directiva. Se ha logrado concentrar un grupo de personas antes que jugadores. Se trabaja fuertemente, con mucha capacidad y talento, pero sobre todo unidad dentro y fuera del campo. Nuestro plus es vivir esto como una familia. Ahí nace la magia que nos dan esas sensaciones reales, por primera vez, de subir a primera división”, argumentó.

¿En el horizonte? “La meta en el corto plazo es llegar a la primera división. Hacer crecer la infraestructura de la institución y nuestro personal. Ir consagrando a ciertos jugadores jóvenes en las diferentes selecciones nacionales y en nuestro primer equipo. Siempre seguir ese camino de formación de nuestra academia y nutrirnos de ellos. Cuando tengamos la maduración de un grupo importante, ya estar en la Liga FUTVE y competir a nivel internacional. Nutrir a la Vinotinto adulta con futbolistas hechos en nuestras canteras y ser un trampolín para torneos en otras latitudes. Apuntamos al desarrollo del producto venezolano: jugadores, entrenadores y personal allegado a este proceso futbolístico”, aseveró.

Tradición familiar

Foto: Prensa Deportivo Miranda

Giovanni Savarese no pudo ver en vivo el gol de su sobrino Christian. Él siempre está atento a los partidos del Deportivo Miranda, pero tenía compromisos con Apple TV. Más tarde le llegó el mensaje de su hermano, Hugo, con el video de la diana. “La emoción fue grandísima. Muy contento del gol y de que juegue profesional. Un tanto para ganar 3-2, en el minuto 95, el primero de su carrera. Nos sentimos orgullosos del proceso que ha tenido. Me llevó un poco a mis inicios en Venezuela, cuando debuté con 15 años: Mi primer gol fue cercano al mismo mes. Orgulloso de ese logro de mi sobrino y alegre del futuro que seguramente va a tener”, expresó “El Bombardero del Bronx”.

Este deporte es parte de su ADN familiar. “Desde pequeños con mi abuelo y mi papá hablábamos de fútbol y veíamos la liga italiana. El fútbol está en nuestras venas. Siempre con mi padre, mi madre y mi familia nos llevaban a todos lados para jugar. Mi papá jugó, no como profesional, pero sí a buen nivel. Para la familia Savarese el fútbol es algo muy importante en nuestro corazón. En esta disciplina quisimos hacer un camino de logros importantes por respeto al apellido, por los sacrificios de mi padre y entendiendo lo difícil que iba a ser el trayecto, por lo que era Venezuela en nuestro tiempo. Nos llenaba de orgullo que nuestro éxito iba a influenciar positivamente la visión que se tenía del balompié venezolano. Para los Savarese, Venezuela siempre es una prioridad en cada paso que dimos en la parte futbolística”.

El estratega explicó: “Mi papá era arquero, pero en sus tiempos más de veterano fue delantero. En mi caso empecé de mediocampista y terminé de delantero. Hugo siempre fue atacante. Mi hermano ha hecho una gran labor de trabajar muy cercano a mi sobrino. Christian ha seguido esa pasión de todas las enseñanzas de su padre y le han compartido muchos videos de mi época de jugador, por eso tenía muchas ganas de ser delantero. También por su fortaleza física. Es alto, fuerte y va bien de cabeza. Pero más allá de la parte futbolística destaco las enseñanzas de vida y valores humanos. Entender que hay cosas más importantes que solo tener éxito, sino que hay que respetar a las personas y trabajar constantemente. En los momentos malos, cuando las cosas no van bien, poner mentalidad positiva, entregar todo y laborar más”.

El ex atacante reflexionó: “Eso ha sido algo de siempre de los Savarese y empezó con mi abuelo cuando llegó de Italia a Venezuela, que se ha mantenido por generaciones. Lograr los objetivos que nos trazamos en nuestras mentes. Cuando hay situaciones complejas, mi sobrino tiene un aspecto bueno que es que no tiene pena de llamarme o hablar con su papá. Buscar información que lo puede ayudar en esa coyuntura. En la actualidad tiene muchos factores positivos y sé que ante cualquier obstáculo conseguirá la forma de manejarlo de la mejor forma”.

Un legado para el país

“Nosotros partimos de la idea de querer ayudar a Venezuela, tras haber aprendido muchos conceptos de muy buenos entrenadores y gente que nos rodea. Alrededor de 2003 empezamos el proyecto de Fratelsa e hicimos muchas cosas bien. Llevamos a muchachos que consiguieran becas de estudio en Estados Unidos y se trajo al AC Milán a Venezuela. Siempre con la intención de educar futbolísticamente y mejorar el balompié”, comentó Giovanni. El ex entrenador de Portland Timbers anexó: “También de darles una base de valores importantes en su vida personal a los jóvenes. Que el lugar a donde fueran a entrenar estuviera lleno de aspectos positivos. En ese proceso de crecimiento se nos presentó la posibilidad de manejar el Deportivo Miranda, empezando como Petare. Antes era Deportivo Italia, lo que me genera orgullo porque inicié jugando ahí en 1986”.

La capacitación futbolística va de la mano con lo humano. “Este proyecto ha sido extraordinario, no es solo desarrollar jugadores que crezcan y tengan un buen futuro, donde vean sus sueños hechos realidad, sino también aportar al fútbol profesional venezolano. Hugo ha hecho una excelente labor construyendo unas instalaciones importantes, dándole a los muchachos, a veces, mucho más de lo que el club podía ofrecerles y eso nos llena de mucha satisfacción”, afirmó. Savarese agregó: “Tenemos la ilusión de que los chicos lleguen al profesional, entrenen con la selección y puedan jugar afuera del país. La intención es seguir creciendo y este año ha sido muy positivo. Se han desarrollado jugadores y también se han conseguido resultados que nos llevaron a unos playoffs que nos ilusionan con la posibilidad de subir a primera. Se ve el trabajo por todos lados. Hay muchos jugadores en la Vinotinto que pasaron por Fratelsa. Vamos a seguir así, porque creemos en el jugador venezolano”.

Tanto recorrido en el mundo del balompié, les ha permitido a los hermanos Savarese plasmarlo en esta institución. “Hemos conocido mucha gente, entrenadores y personas de fútbol, que nos han llenado y nos ha hecho crecer muchísimo. Ambos tenemos fortalezas diferentes, pero tenemos una fuerza en común que es el entendimiento de lo que es construir una escuela de fútbol y trabajar en ella. Eso hemos logrado. Donde he estado siempre ha sido fundamental tener un lugar de entrenamiento donde te desarrolles de manera correcta, con el tipo de cancha, los entrenadores y la metodología. Pensamos en el crecimiento: general, técnico, táctico y físico. Abrirle al futbolista una infinidad de posibilidades y estilos para que esté preparado para lo que encuentre más adelante y no entender solo una cosa”, desmenuzó.

El ex atacante del MetroStars ahondó: “Hugo ha logrado construir un lindo centro de entrenamiento, donde todos se sienten en casa. No es un lugar solo para los jugadores, sino también para que los padres puedan ir, tomarse un café y conversar. Todo lo que consiga el jugador dentro del centro se lo tiene que ganar con el trabajo que debe hacer. Todavía falta por hacer, pero el camino está muy claro. Vamos a seguir adelante, en el desarrollo de los muchachos para que puedan verse a nivel profesional. Mientras que los que no sigan en el fútbol, se lleven un aprendizaje de Fratelsa, que les haya fortalecido su parte humana, con valores importantes. Eso es lo que veo en mi sobrino y por lo que me siento sumamente orgulloso, no solo por el logro, sino por cómo ha crecido y lo que es como ser humano”.

El siguiente paso

La hoja de ruta es diáfana. “Este proyecto inició con humildad y bases bien establecidas. El sueño es que, poco a poco, vaya a niveles superiores, porque así el jugador puede permanecer dentro del club, desarrollándose a nivel mayor y que mejor para eso que tener un equipo en primera división. Tenemos la aspiración de llegar a la Libertadores, algo común en la historia de la institución. El camino desde 2003 hasta acá ha sido lindo e importante”, redondeó. “Gio” concluyó: “Este proceso no podemos hacerlo solos. Es importante la colaboración de la gente en Venezuela, todos los que nos rodean, que los otros clubes piensen de la misma manera y compitan con nosotros para que entre todos podamos dar un aporte importante al fútbol venezolano”.

Deportivo Italia, Italchacao, Petare y ahora Deportivo Miranda. Sin importar el nombre de la divisa hay una huella dactilar que los identifica: el apellido Savarese. Todo lo que han sembrado con Fratelsa, hoy lo cosechan. Del país de la bota, sus ancestros trajeron la pasión por el fútbol. Ellos la dignificaron con el sudor de su frente y los goles en arco rival. Los calendarios han pasado y su legado mutó a la formación de jóvenes. Que dentro de sus instalaciones se fabricarán sueños y grandes seres humanos. Pero el tiempo es cíclico y su dinastía vuelve a resonar por el gol. Venezuela, fútbol, Savarese y gol; ordénelos como quiera, pero siempre irán juntos. / Luis Vilchez-Comunicaciones Liga FUTVE

 

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